Cuando el cine llamó por primera vez a la puerta de Luna Pamies, ella no la abrió. La joven de 18 años tenía 16 cuando se le presentó la oportunidad de hacer un primer casting con Elena López Riera para su ópera prima, El agua, pero no fue hasta la tercera cuando se decidió a probar. Desde ese encuentro con la directora en las fiestas de la pedanía oriolana de San Bartolomé hasta la presentación de la película el pasado mes de mayo en el Festival de Cannes ha llovido mucho y hasta una DANA cruzó antes la Vega Baja. Ahora, la protagonista de El agua aguarda expectante el estreno en cines este viernes de la película, su primera como actriz de una probable larga lista: "Me da un poco de miedo porque la gente me puede juzgar, pero es genial. Yo espero que les guste, y al que no, es lo que hay", apunta.

Luna Pamies hasta hace poco vivía en San Bartolomé con su madre, "estudiaba peluquería y estética para sacarme la ESO y estaba un poco perdida", reconoce la joven, hoy independizada, que se ha mudado a Almoradí con su novio y tiene claro que quiere labrarse un camino como actriz.

Su vida ha cambiado tanto que en este último medio año ha pisado la alfombra roja en Cannes, San Sebastián, la Seminci y la Mostra de València, entre otros festivales internacionales. ¿Eso cómo se lleva? "Pues no lo sé -ríe-. No me gusta pensarlo antes de ir a los sitios porque me asusto, me entran los nervios. Las primeras veces estaba temblando, pero ahora mucho mejor. Ya estoy un poco más acostumbrada y es genial. Es una experiencia muy bonita que hay que aprovechar". 

Luna explica cómo fue su encuentro con Elena López Riera, que buscaba a adolescentes en procesos de casting de calle en discotecas, parques o botellones, como fue su caso. "Yo estaba de botellón con mi grupo de amigos en las fiestas de San Bartolomé y ella nos dijo que estaba haciendo una película, que si podíamos ir a la biblioteca a hacer el casting porque les habíamos gustado y querían ver qué tal. Pero no fuimos porque estábamos de fiesta y tampoco nos lo creíamos mucho. Luego yo me quedaba a dormir en un hotel con una amiga en Orihuela y justo salió ella de allí con Cendrine [la directora de casting] e hice el casting por primera vez, pero me volvieron a llamar y les dije que no, que no quería saber nada de la peli porque me entró el pánico. Al año siguiente mi padre me llevó a la Condomina, volví a hacer la prueba y decidí seguir, hasta que Elena me dijo que iba a ser la protagonista de la peli".

Preguntada por qué no se atrevió a dar el salto al principio, Luna contesta: "No sé, lo veía.. No me lo creía, decía 'esto no puede ser'. Y hasta que no me pusieron la cámara delante, no me lo creí".

Luna Pamies y Bárbara Lennie en un fotograma de la película "El agua" INFORMACIÓN

En El agua Luna Pamies da vida a Ana, "una joven que vive con su madre y su abuela en un pueblito donde hablan un poco mal de ellas porque viven solas y no tienen un hombre al lado. Y hay una leyenda en el pueblo que cuentan las mujeres mayores que dice que el río se enamora de una mujer. Supuestamente el río se enamora de Ana y ella tiene que enfrentarse a eso, a esa herencia de su familia y a esos miedos para poder salir de allí y hacer su vida". La actriz no conocía esta historia, "pero es verdad que en Orihuela hay muchas parecidas, se cree mucho en el mal de ojo, y hay muchas supersticiones. Esta es una historia de mujeres, que habla de que tienes que enfrentarte a tus miedos y saber quién eres para ver más allá", indica la actriz, convencida de que la directora la eligió "porque tengo mucho que ver con Ana" y porque también sabe lo que es que el río se desborde, como vivió en la DANA de 2019, "cuando tuvo que venir un tanque de la UME porque la casa se estaba inundando y no había por dónde salir" y afirmar que "al agua le tiene respeto todo el mundo que vive en esta zona".

Más ilusión en Orihuela que en Cannes

El preestreno en Orihuela, hace unos días, le hizo más ilusión que el de Cannes: "Fue muy bonito, un día muy especial porque estaba mi familia, mis amigos, mi novio... qué más puedo pedir". 

Durante el rodaje, la joven se ha sentido "acompañada siempre" por Elena López y "cuidada" por las actrices Barbara Lennie y Nieve de Medina, su madre y abuela en el filme, y su experiencia no puede ser más positiva. "El cine me encanta, lo que he vivido ha sido maravilloso y quiero intentarlo. Tengo varios castings pendientes ahí esperándome para que los haga y a ver qué sale", comenta, y sobre las buenas críticas a su trabajo -aspira al premio a mejor actriz en los Premios Berlanga-, responde: "No quiero pensarlo. Yo voy a mi ritmo y lo estoy intentando. Quiero seguir en esto, pero no quiero creerme todo lo que dicen de mí".