Vanesa Martín cuenta cómo ha sido la elaboración y resultado final de su nuevo disco. Un disco que para ella ha supuesto innovar en su música y buscar contrastes.

Acaba de salir a la luz su nuevo disco, Placeres y Pecados. ¿Por qué este nombre?

Este disco llamándose así es una declaración de intenciones de liberación y de autonomía. Es un disco de vitalidad, inspirado en un proceso de búsqueda, exploración, de cambios, de la vida en definitiva. Es una dicotomía bastante interesante.

El pecado sin placer no es nada. ¿Y el placer sin pecado?

Para mí el pecado va más por la ausencia de placer, por no atreverte a disfrutar del placer. Es una pérdida de identidad, de no atreverte a vivir o a salir de algo que no te haga bien. Y en cuanto al placer, los placeres principales para mí son aprender, comer, vivir, el sexo, dormir, viajar, disfrutar de los míos…

El pecado y el placer tienen un nexo, la pasión. ¿Ése es el verdadero motor de Vanesa Martín?

Podría decirse que sí. La pasión por lo que hago, por lo que vivo y por el camino que me queda por andar.

Hay más variedad de ritmos y texturas musicales en el nuevo repertorio. ¿Cómo definiría este disco musicalmente?

Placeres y pecados es un disco cordillera, como yo le digo. Tiene un sonido muy actualizado, es un disco de contrastes. Quien quiera mi parte más silenciosa, más íntima, más misteriosa, la encuentra. Quien quiera la parte más salvaje y más rockera también la tendrá. Hay un poco de todo, tiene mucha fuerza y mucho misterio al mismo tiempo. Es un disco muy variado en sí, desde baladas rockeras hasta una chacarera, pop rock…

En los textos, en el propio concepto del disco, se puede ver a una artista más libre, sin prejuicios. ¿Qué opinaría la Vanesa Martín que comenzaba, que era más tímida y reservada?

Hay una evolución del personaje, más por la experiencia de la vida, los años y las herramientas que vas adquiriendo. Al mismo tiempo voy depurando el sonido y la manera en que quiero mostrarme a la gente, al público, a los medios y a los compañeros.

Después de 8 álbumes, ¿qué tiene este disco de diferente respecto a los demás?

El sonido. Es un sonido totalmente actualizado, muy moderno, muy de ahora. Me sirve para respirar un poco, para evolucionar y para reciclarme.

Y entre todo el repertorio, si tuviese que elegir una canción de todo el disco, ¿cuál escogería y por qué?

Es imposible elegir. Te puedo decir que Punto y Coma, Dinamita y Marzo son mis tres niñas bonitas, son las más diferentes de mis últimos discos.

Y hablando de canciones, hay una colaboración con Jesse&Joy, un dúo mexicano. ¿Cómo ha sido esta colaboración tan internacional?

Son grandes amigos míos y son unos artistas a los que yo admiro un montón. Hace tiempo que teníamos ganas de colaborar, coincidimos en México y así se dio, de manera natural. Yo creo que es una de las canciones principales del disco y estoy feliz de cantarla con ellos.

¿Cómo ha sido su proceso de composición y producción? ¿Qué es lo que más ha disfrutado?

Este disco está producido por los productores más punteros ahora mismo, pero yo me involucro en todo. Yo compongo, pero en la producción también estoy muy pendiente, aunque quiero que los productores tengan su sello y su propia línea. Disfruto mucho cuando veo una canción desnuda que empieza a crecer y empiezan a arreglarla.

¿Qué quiere transmitir a través de su música?

Quiero transmitir pasión, energía, fuerza, alegría, misterio y reflexión.

Hablando de la Navidad, ¿algún deseo o regalo ya en mente?

Después de estos años yo pido salud, que es lo principal. También pido seguir teniendo las metas claras y las ganas y la ilusión intactas.