Entrevista | Elena López Riera Cineasta, directora de "El agua"

"La vida es aprender, no quedarte siempre haciendo la misma película"

La cineasta oriolana que aspira al Goya a la mejor dirección novel con "El agua" afirma estar "feliz" con la nominación y "con ganas de pasar ya a otra cosa"

Elena López Riera, en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes

Elena López Riera, en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes / SUICA FILMS

África Prado

África Prado

Elena López Riera (Orihuela, 1982) ha forjado su carrera como cineasta con gran reconocimiento internacional desde su primer corto, Pueblo, que estrenó en 2015 en la Quincena de Realizadores de Cannes; el segundo, Las vísceras, en el Festival de Locarno (Suiza), al igual que el tercero, Los que desean, que, entre otros, logró el Pardino d’Oro. Su primer largometraje, El agua, inició su periplo en abril de 2022 en Cannes y desde entonces no ha parado de viajar. Su historia de mujeres que buscan su camino en medio de leyendas sobre el agua y rodada en Orihuela le ha valido dos nominaciones a los Goya (dirección novel y actriz revelación para Luna Pamies). Ella lo disfruta mientras piensa en contar nuevas cosas con una mirada propia y siempre feminista.

¿Cómo acabaste viviendo en Suiza?

Tuvo que ver con la crisis española, por eso soy tan pesada con la situación política. Me fui en 2008, en plena crisis, que aquí no había trabajo, ni becas, ni nada, y me salió un trabajo en la Universidad de Ginebra para hacer mi tesis y dar clases. Era el último lugar del mundo al que pensaba irme pero salió la oportunidad y así es la vida.

Has rodado siempre en Orihuela y has estrenado fuera de nuestras fronteras. ¿Qué significa eso para ti?

Son cosas que una sueña pero tampoco sabe si va a suceder porque es muy difícil. Yo estoy muy feliz, la verdad. Tú lo vas intentando y al final llega. Más allá de mi propio ego, es un reconocimiento para mi equipo, la gente que te apoya y las instituciones, que no siempre apoyan, pero es una manera de decirles: "Igual os toca ya apoyar estas pelis para que se conozcan".

¿Estar en Suiza te ha abierto más puertas que si hubieras trabajado desde aquí?

No lo sé. No creo que haya que salir para hacer cosas y, de hecho, hay gente que no ha salido nunca de España, ni de su lugar. En Alicante hay ejemplos como Chema García Ibarra, que siempre ha estado en Elche y le va muy bien. Lo mío ha sido coyuntural, fue la vida. Pero sí creo que me ha ayudado más a nivel humano y artístico, a mirar el lugar de donde vengo desde otro punto de vista. Si no me hubiera ido de aquí, probablemente no podría volver a mi pueblo para filmar. Hay algo que a mí me pesa mucho que es, de alguna manera, el exilio, la distancia, que sí ha sido útil a nivel artístico.

"Salir de Orihuela me ha ayudado a mirar el lugar de donde vengo desde otro punto de vista"

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Como dijiste una vez, te fuiste de Orihuela pero Orihuela no se ha ido de ti. ¿Sigue así?

Eso es. Si no me hubiera ido nunca, igual estaría odiándolo y diciendo que me quiero ir (ríe), o lo último que me apetecería sería filmar el huerto que hay detrás de mi casa. Pero cuando te vas lo echas todo de menos, y algo de eso sí que hay.

¿Cómo ves ahora El agua, meses después de su estreno en Cannes y no sé si aún en los cines?

Seguía en cines, con muy pocas copias ya. Estábamos en la séptima u octava semana, que es una proeza, la verdad. Ahora intento tomar distancia. Está muy bien El agua, pero me gustaría pasar a otra cosa (ríe), si no, te vuelves un poco loca. Es que cuando llega a los cines yo llevaba ya cinco años con ese proyecto. Para la gente es algo nuevo y para ti es algo que ya pasó. Muy feliz aún, ahora con lo de los Goya súper contenta, pero ya con ganas de pasar a otra cosa.

¿Pero la ves mejor que cuando la acabaste, ves fallos...?

Yo no la he vuelto a ver, ni la volveré a ver nunca...

¿No?

No, no, qué va, lo paso fatal. Yo ahora solo veo lo malo. No soy la más indicada para vender mi propio trabajo y por eso afortunadamente hay gente que me acompaña que sí lo hace. Porque si me parece un churro pienso por qué la gente va a pagar para verla. No soy muy buena en eso, lo vivo muy mal, tampoco he vuelto a ver los cortos. No vivo bien lo que hago, la verdad. Cada una tiene sus pequeñas patologías (ríe).

¿Y qué te impulsó a hacer esta película?

Es un poco difícil saber "lo" que te impulsa. Siempre he trabajado con cosas parecidas, con mi pueblo y mi lugar, y creo que era la progresión natural.

Elena López Riera con Luna Pamies, actriz de "El agua"

Elena López Riera con la actriz Luna Pamies, protagonista de "El agua" / JOSÉ RAMÓN HERNANDO/E.P.

¿Es un buen momento para el cine de la periferia, que cuenta historias distintas de otros lugares?

Yo espero que sí, que esto signifique que se está empezando a hacer otro tipo de pelis, desde otros lugares, que es importante también que haya una diversidad en lo que se hace y desde dónde se hace.

Tu cine es independiente, alejado de lo comercial y con buenas críticas, pero también llega a las salas. ¿Algo está cambiando en los espectadores?

Depende de a quién le preguntes, porque si lo comparas con las cifras que había antes de la pandemia, los distribuidores se quieren pegar un tiro. Si la gente ya iba poco al cine, la pandemia fue un golpe horrible. Pero dentro de ese panorama tan chungo, yo quiero ser optimista y pensar que también hay una especie de reconciliación, que a lo mejor la gente lo que quiere es no ir a ver lo mismo que le ofrecen las plataformas o quiere ir al cine a ver algo diferente cuando paga su entrada, y la verdad es que a nosotros nos ha ido súper bien y no me quejo, aunque en general el panorama es bastante desolador porque la gente casi no va a las salas.

Pero hace 20 años tu película solo se vería en filmotecas, cineclubs, festivales...

Hace veinte años no se habría hecho, directamente. Bueno, hace veinte es muy poco tiempo, pero hace treinta no habría tenido un móvil para grabar cosas o no habría ni siquiera pensado que yo podía hacer películas. Lo que pierdes por un lado, lo ganas por otro. Por eso no soy pesimista, hay que abrazar la época con toda su complejidad. En la generación anterior hacían pelis los ricos, los que venían de familia bien o los que podían ir a una escuela de cine; gente de mi perfil o de otros perfiles, hace 30 o 40 años, no habríamos hecho películas.

Eres mujer, hay mucho feminismo en tu película, que además es una historia de mujeres.

Bueno, es que no puedo ver el mundo de otra manera cuando hago cine, cuando voy a comprar el pan o cuando doy clases. Creo que no se puede estar en el mundo de otra forma, sin la perspectiva feminista. Luego hay matices, posturas varias, y es importante que sea diversa y compleja la lucha feminista, pero es que no se puede ver el mundo de otra manera. El feminismo es una perspectiva crítica del sistema, del que todas las personas somos víctimas, hombres y sobre todo mujeres, y yo intento mirar todo desde esa perspectiva.

Este año han coincidido muchas directoras en el cine y en los Goya. ¿Confías en que se mantenga en el futuro?

Ojalá, esa es la idea. Espero que no nos echen ahora que nos han dejado entrar (ríe), pero luego habrá que ver quiénes se llevan los premios. Hay muchas mujeres, pero al final los premios se los siguen llevando ellos. Hay trabajo hecho, está guay que nos dejen participar y estaría mejor que nos dejaran llegar hasta el final.

"Creo que a la gente se le ha olvidado ir al cine a ver películas, que es otra experiencia diferente"

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¿Las plataformas son fundamentales para tus proyectos?

A mí me distribuye una plataforma, Filmin, y yo abogo por las salas, pero por mucho que lloriqueemos hay que aceptar cómo cambia el sistema. Yo soy cinéfila y la experiencia de la sala no es la misma, aunque no por tener una plataformas tienes que dejar de ir a las salas. Pero creo que a la gente se le ha olvidado ir al cine a ver películas, que es otra experiencia diferente.  

¿Qué puedes contar del nuevo proyecto que desarrollas en la residencia de la Academia de Cine?

No he avanzado mucho porque no he podido aún. Y no quiero decir mucho porque se me gafan las cosas, pero va sobre médiums feministas.

¿Volverás a Orihuela a rodar?

No lo sé. Tengo que pensarlo todavía.

¿Va a cambiar algo después de tu primer largometraje?

Espero que sí, porque la vida es aprender, no quedarte siempre haciendo la misma película.

¿Te imaginas, por ejemplo, en unos años rodando en Hollywood?

Ojalá, claro. Ahí está mi teléfono y que me llamen (ríe). No hay que cerrarse las puertas a nada, las puertas nos invitan a mundos que no sospechamos.

Y ahora estás ahí con posibilidades en los Goya... 

Estoy feliz pero me parece imposible ganar, yo al menos. Con la niña (Luna Pamies) tengo más esperanza, pero ya es un premio estar ahí, que es un año muy complicado.