Las esculturas de Susana Guerrero bailan en Amsterdam

La Bienal de Flamenco de Países Bajos acoge el estreno internacional de "La reina del metal", de Vanesa Aibar y Enric Monfort, con las piezas elaboradas en hierro de la artista ilicitana

Imagen de "La reina del metal", con la bailaora Vanesa Aibar y las esculturas de Susana Guerrero

Imagen de "La reina del metal", con la bailaora Vanesa Aibar y las esculturas de Susana Guerrero / ALEX RADEMAKER

África Prado

África Prado

Un cuerpo completo creado en hierro por Susana Guerrero sirve a la bailaora y coreógrafa jienense Vanesa Aibar para columpiarse y bailar sobre él, desmembrado, en el espectáculo La reina del metal, una propuesta de flamenco contemporáneo que lleva a escena con el percusionista castellonense Enric Monfort y que tiene el metal como instrumento y el flamenco como hilo conductor.

El espectáculo, que el pasado año se presentó en Castellón y en Alicante, ha tenido ahora su estreno internacional en la Bienal de Flamenco de Países Bajos, que acaba de comenzar en Amsterdam y se desarrolla hasta el 12 de febrero. La sala Muziekgebouw de Ámsterdam acogió el pasado sábado dos pases de esta pieza de música y danza, que busca transformar la percepción del espectador sobre el flamenco contemporáneo.

Vanesa Aibar con un corsé de hierro de Susana Guerrero

Vanesa Aibar con un corsé de hierro de Susana Guerrero / ALEX RADEMAKER

El espectáculo es una coproducción internacional en la que participan la Flamenco Biënnale Nederland, la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y el Instituto Valenciano de Cultura, con el apoyo de la Embajada de España en Londres, entre otros. 

"Estas piezas me recuerdan a los exvotos o milagros mexicanos, objetos que se hacen a modo de ofrenda a los dioses en cumplimiento de una promesa con figuras de partes del cuerpo", explica Susana Guerrero, para quien crear esculturas "más que mucho trabajo, supone mucho placer". Estas las ha hecho "todas en hierro, doblado y soldado", que al principio del espectáculo caen de golpe al suelo y se desmembran, pero luego acompañan a la bailaora en su coreografía y a Monfort en su mesa donde crea la música electrónica del montaje.

"Quedan suspendidas en el escenario y me gustan porque funcionan como si fuera un dibujo de metal en el aire", añade Guerrero, que ya había colaborado con anterioridad con Vanesa Aibar y en esta ocasión coincidió que la ilicitana estaba trabajando sobre el martirio de Santa Catalina de Alejandría para una exposición en Toro y, a partir de esa deconstrucción corporal, colaboró con sus piezas a modo de atrezzo en el espectáculo de Aibar. La reina del metal es un espectáculo que explora la relación entre el movimiento y los ritmos flamencos, donde el cuerpo se vuelve sonido y el sonido se convierte en cuerpo. 

Guerrero y Aibar

La relación de Guerrero con Aibar se remonta a 2018, cuando la ilicitana colaboró creando una gran bata de cola negra, de cerca de 30 kilos, tejida artesanalmente a partir de cable reciclado para el repostaje de aviones y que la bailaora lució en el espectáculo Sierpe, en formato largo, y Áspid, en formato corto. El espectáculo, codirigido por el ilicitano Francisco Sarabia, que fue quien las puso en contacto, se estrenó en 2019 en este mismo festival holandés y, días después, en el Festival de Jerez.

Vanesa Aibar con la bata de cola que Susana Guerrero hizo para "Sierpe"

Vanesa Aibar con la bata de cola que Susana Guerrero hizo para "Sierpe" / RAQUEL ÁLVAREZ

Tampoco es la primera vez que las esculturas de Susana Guerrero forman parte de una pieza de artes escénicas, algo que ya experimentó con Rito, una instalación artística y performática donde Asun Noales y Sebastián Rowinsky bailan en un espacio delimitado por cien cabezas de jaguar de arcilla blanca esmaltada de Susana Guerrero. Un ritual para una ofrenda creado en 2016 y aún de gira que el 30 de enero viaja a Heidelberg, Alemania.