Rosell Meseguer comparte sus libros en el Museo Lázaro Galdiano

La creadora alicantina expone hasta el 30 de abril más de cuarenta de sus cuadernos de artista, que dialogan con una docena de tesoros de la biblioteca del centro madrileño

Algunos de los libros de artista de Rosell Meseguer que se exponen en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid

Algunos de los libros de artista de Rosell Meseguer que se exponen en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid / INFORMACIÓN

África Prado

África Prado

Además de artista visual, la alicantina Rosell Meseguer (Orihuela, 1976) es también una gran bibliófila y acompaña siempre sus exposiciones con varios libros de artista. Así que cuando la directora del Museo Lázaro Galdiano, Begoña Torres, le propuso hacer una exposición en este museo madrileño, que cuenta con una gran pinacoteca y una biblioteca de más de 20.000 volúmenes, algunos incunables, Meseguer no dudó en ofrecer algunos de sus libros artísticos con el fin de que dialogaran con algunas de las joyas bibliográficas de los fondos de Lázaro Galdiano. Ello ha derivado en la exposición De Re Metallica. Sobre los metales I, inaugurada hace unos días en este espacio ubicado en la madrileña calle Serrano, donde permanecerá hasta el próximo 30 de abril.

"Me gusta mucho el libro como objeto. Desde pequeña le hacía libros hasta a mis muñecas y siempre he trabajado con libros en todos los proyectos que hago, desde el primer curso de la carrera [de Bellas Artes], porque uno de los profesores nos pidió hacer un cuaderno con todas las técnicas pictóricas alrededor de un tema único y esa ha sido la base de toda mi metodología desde 1999", explica Rosell Meseguer sobre esta práctica, tanto si su proyecto estaba relacionado con la pintura, el archivo, la fotografía o la instalación. 

Libro "De re metallica" del siglo XVI junto a otros libros de Rosell Meseguer

Libro "De re metallica" del siglo XVI junto a otros libros de Rosell Meseguer / INFORMACIÓN

Estos libros "van muy vinculados a la manera en la que desarrollo mis proyectos, siempre completan mis exposiciones y hay varios que son fundamentales, como los del proyecto Ovni Archive -que la Generalitat Valenciana le compró en 2018 para integrarlo en la colección de arte contemporáneo-", indica la artista de Orihuela, que detalla que algunos de estos ejemplares "son muy de pintura, textos o ideas; otros son los ferros o primeras impresiones de cada libro o catálogo, y también tengo muchos libros de viajes que hago cuando viajo a otros países".

Más de cuarenta de estos volúmenes con el material reunido durante años se muestran en el Lázaro Galdiano acompañando a una docena de libros de la biblioteca del museo, que incluye manuscritos, impresos raros y curiosos, fruto de la recopilación del coleccionista, desde el siglo XVI hasta el XIX. Ese "delirio por las letras" compartido pretende mostrar las sinergias entre el pasado y el presente y poner de manifiesto que los temas clásicos pueden ser muy contemporáneos y universales a través de analogías y distribuidos en varias temáticas: esgrima, herbario, minería, creación del mundo y cosmos, zoología, y diluvio, conchas marinas y geología.

La artista alicantina Rosell Meseguer

La artista alicantina Rosell Meseguer / INFORMACIÓN

De este modo, Meseguer combina un libro del siglo XVIII del maestro de esgrima Juan Nicolás Perinat, El arte de esgrimir, con su Libro Verde de estrategia militar, su primer libro de artista sobre su proyecto Batería de cenizas; o su Herbolario de plantas industriales, que la artista recolectó en zonas mineras y convirtió en cianotipias (copias negativas en color azul), que comparte espacio con el Álbum de plantas de Redouté del s.XIX, que reúne 132 láminas de plantas y flores; o el libro que da nombre a la exposición, De re metallica (Sobre los metales), el primer libro sobre el arte de la minería, una obra en latín impresa en Alemania en el siglo XVI, que dialoga con el libro Quadra Minerale, sobre el uso de los elementos de la tabla periódica y la extracción minera en nuestra vida cotidiana, de su proyecto Tierras Raras, fruto de una Beca Botín en 2017. Cabe recordar que su atracción por la minería y la geología empezó con una bajada a una mina en La Unión cuando tenía 6 años. Sobre ella pivotan muchos de sus trabajos, que cuentan con la ayuda del Colegio de Geólogos.