Píldoras creativas de danza, luz y música en rincones con historia

Las coreógrafas y bailarinas Asun Noales y Federica Fasano, el iluminador Juanjo Llorens y el músico Rubén Martínez se unen en un proyecto contemporáneo en espacios poco convencionales

Asun Noales y Federica Fasano, en su intervención en Tabarca.

Asun Noales y Federica Fasano, en su intervención en Tabarca. / Germán Antón

El germen creativo se sembró en las residencias Petricor de Tabarca, donde las coreógrafas y bailarinas Asun Noales y Federica Fasano trabajaron de forma conjunta. Luego fue el iluminador Juanjo Llorens el que lanzó el guante para realizar pequeñas píldoras creativas en espacios poco convencionales, alejados del espectáculo y la contemporaneidad. A ellos se unió el músico y compositor Rubén Martínez. Y el resultado es un proyecto multidisciplinar que pretende llenar lugares con historia de una propuesta cargada de intención y significado, para transformar espacios arquitectónicos y singulares en centros creativos.

«Queremos llevar la danza contemporánea a sitios difíciles para hacer este tipo de propuestas, buscando una simbiosis entre el movimiento, el espacio, la luz y la música», afirma Llorens, ganador de cuatro premios Max por sus trabajos como iluminador en teatro.

La improvisación, la composición instantánea, el uso del ritmo, la dramaturgia y el espacio son los elementos de esta ecuación creativa. Y el primer resultado es Delicatesen, un espectáculo que se presenta el viernes, a las 20 horas, dentro de los actos por el Día Internacional de la Mujer, en Torre Ansaldo de Sant Joan. Un edificio con mucha historia, en el que han vivido diferentes generaciones de una misma familia.

Las bailarinas Asun Noales y Federica Fasano, en Tabarca.

Las bailarinas Asun Noales y Federica Fasano, en Tabarca. / Cristina Martínez

«Asun y yo nos hemos planteado algo en lo que venimos trabajando, que es confrontar lo antiguo y lo moderno», afirma Fasano. «Queremos mostrar cómo tenían que ser las vidas de las mujeres que vivían allí, cómo era su rutina diaria y cómo vivían su libertad si es que la tenían». 

Y esa cotidianidad «la hemos transformado a través del prisma artístico con la intervención de danza, música y luz». Así, desde lo contemporáneo «mostramos cómo ha cambiado la mujer en todos estos años, con una búsqueda del lenguaje, del movimiento, de la dramaturgia y la voz».

Propuesta moderna

Para la bailarina italiana es «un producto moderno porque está muy situado en la sociedad moderna, porque lo hemos planteado desde la paridad» y una obra «súper disciplinar porque confluye la danza con elementos de teatro, con música y con luz, muy dinámico, muy situado en el presente pero con el punto de partida antiguo».

El iluminador alicantino Juanjo Llorens.

El iluminador alicantino Juanjo Llorens. / RAFA ARJONES

Para ello, se han documentado sobre la historia de la torre y la han visitado. «Nos han contado historias sobre el edificio», afirma. Algo necesario para poder reinterpretarla bajo el prisma contemporáneo. 

La pieza es itinerante, en el sentido de que se va moviendo por dentro del espacio. «Eso es algo que ya habíamos encontrado Asun y yo en Tabarca», destaca. También será «muy tridimensional porque la luz va a ser otro personaje más».

De hecho, Juanjo Llorens , encargado del espacio lumínico, también realizará ese trabajo de improvisación a través de los focos, que son inalámbricos, para poder dar más movilidad y llegar a lugares donde no haya instalación eléctrica. «La idea es que el bailarín pueda jugar con la luz, como un elemento más».

El músico y compositor Rubén Martínez.

El músico y compositor Rubén Martínez.

Para Federica Fasano resulta fundamental que en este recorrido por la torre, «el público tenga también esa experiencia sensorial mientras recorremos los lugares emblemáticos de la torre y lo ideal sería que lo vivan también como una parte más del espectáculo porque va a tener que caminar».

En cada lugar, la historia y la forma de contarla será distinta ya que se adaptará a su propia idiosincrasia.

El siguiente paso es buscar más espacios con características particulares y que no se usen con este fin artístico. «Nos gustaría hacerlo en los refugios antiaéreos, sería muy impactante», asegura el alicantino Juanjo Llorens.