Entrevista | Miguel Rellán Actor

"Sé decir que no con mucha habilidad"

El actor encabeza el reparto de "Retorno al hogar", obra que se presenta este sábado en el Teatro Principal de Alicante

El actor Miguel Rellán

El actor Miguel Rellán

Estudió Medicina y música, pero optó por vivir siendo otros. Miguel Rellán (Tetuán, 1943) no ha parado desde entonces forjando una carrera en la que, dice, elige con exigencia las obras de teatro, pero se rinde con facilidad al cine, "si me dan unos duros". El sábado presenta en el Teatro Principal de Alicante Retorno al hogar, de Harold Pinter. Y el pasado jueves se estrenó la segunda temporada de Sentimos las molestias. ¿Jubilarse? Un no rotundo.

Viene a Alicante con una obra de teatro, Retorno al hogar, de Harold Pinter, que pone en el escenario la vida de una particular familia con sus luces y sus sombras. Vamos, como todas.

Sí, me temo que sí. Lo que ocurre es que en este caso Pinter escoge una familia, como podía escoger una patrulla de mecánicos, para hablar del ser humano. Pinter decía que su teatro era difícil y que resulta complicado hablar de él porque entiende que es contradictorio y confuso, pero que intenta reflejar la vida que para mí es contradictoria y confusa. Algunas veces en los ensayos se nos ocurría que Retorno al hogar es como si pasáramos por la calle por una acera y en un entresuelo se abriera una ventana y se nos ofreciera el espectáculo de una familia de la que no sabemos nada. Que se quieren, discuten, se mienten, se dicen las verdades... Y a la hora y media se cierran las ventanas y nos quedamos comentando lo que henos visto. Es la tercera obra de Pinter que hago y creo que en general lo que hace es ponernos un espejo a los espectadores delante y nos dice: no disimulen, esto son ustedes. A mí me parece que el índice de estupidez de los últimos años ha crecido de manera exponencial en todo el mundo. Empezando por los que nos mandan. Y como siempre, de aquello que nos pasa a nosotros la culpa la tenemos los ciudadanos porque a los políticos los elegimos nosotros. Eso demuestra lo importane que es el teatro.

¿Hasta qué punto es necesario volver al teatro cada cierto tiempo para un actor?

Pues es que yo siempre estoy haciendo teatro y de vez en cuando hago cine o televisión para medio llenar la nevera. El teatro es la verdad, el cine es el arte del director, te cortan. Es lo mismo que lo de cantar rock u ópera. En los últimos tiempos canta cualquiera. Pero sal al escenario a cantar. Eso es diferente. El cine es imagen y el teatro es la verdad. El teatro es una mentira que está consensuada con el espectador, yo finjo que soy otra persona y el espectador finge que se lo cree pero sabe que yo no soy Ricardo III. Por eso, en cierto modo, a pesar de que tenemos tantas imágenes y música por todas partes, ahora más que nunca la gente va al directo, a lo que sea, porque es imprevisible. La mejor representación es la siguiente.

"A mí me parece que el índice de estupidez de los últimos años ha crecido de manera exponencial en todo el mundo. Empezando por los que nos mandan"

Las series han dado un balón de oxígeno a la profesión en los últimos años. Usted está embarcado con Antonio Resines en Sentimos las molestias, que el jueves estrenó la segunda temporada. Parece un poco escéptico con el mundo de la imagen.

Qué va. La experiencia ha sido muy buena. Si me ofrecen cine y me dicen mis representantes que me dan unos duros importantes, pues lo hago, pero muchas veces no me interesa. Soy un francotirador. Ahora voy a rodar con Martínez Lázaro y ya estoy acostumbrado a que te corten el papel, a que cosas que te han costado mucho trabajo no aparezcan o que no se estrene la película. Por eso, tengo una especie de distancia. Otra cosa es trabajar con amigos. Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero poco más que se inventaron esta serie un poco a la medida porque me encanta la música y quería un guion de un director de orquesta. Me llamaron para decirme que se les había ocurrido la historia de un director de orquesta y me alegré... pero no era el papel para mí, era para Resines (risas). Trabajar con amigos es muy diferente, es una maravilla, pero no siempre se da y no hay más remedio que aceptar cosas.

Miguel Rellán, en la obra de teatro "Retorno al hogar".

Miguel Rellán, en la obra de teatro "Retorno al hogar".

¿Con quién no dudaría?

Cuando empecé solo quería rodar con Carlos Saura o Manuel Gutiérrez Aragón, y en teatro, con Nuria Espert y Adolfo Marsillach. Pase mucha hambre hasta que me di cuenta de que había que hacer de todo. De todas formas, después no veo las películas. También sé decir que no con mucha habilidad. Pero en cine y televisión si me pagan lo hago, en teatro no. El teatro es durísimo, hay que tener mucha disciplina, es una escuela para el ser humano; aprendes a ser generoso con los demás y que los demás lo sean contigo, pierdes la timidez, aprendes a trabajar en equipo, además de adquirir mucha cultura. También hay que elegir muy bien a los compañeros porque te echas novios para dos años con los que tienes que convivir.

¿Ha cambiado mucho la forma de hacer cine y series en los últimos años?

Técnicamente es evidente. Han desaparecido los cables. Pero no me parece que se hagan mejores películas y series ahora. Alguien responsable de alguna plataforma me decía que está bajando la calidad por el público una vez más, por lo que se demanda. Yo tengo la impresión de que está todo dicho. En La Odisea, Homero lo contó todo y Shakespeare lo remató. Luego depende de cómo lo cuentas.

"El teatro es una mentira que está consensuada con el espectador, yo finjo que soy otra persona y el espectador finge que se lo cree"

Ganó un Goya por Tata mía en 1986. ¿No toca otro ya?

Pues no sé. Tengo muchos premios y también tengo una distancia elegante con los premios. A no ser que me convenzas de lo contrario, los premios están para promocionar algo. Se puede medir quién salta más pero, ¿cómo se mide que un actor es mejor que otro? Cuando me dan alguno, que me dan muchos a toda una carrera, digo mucho lo de Camus, que si te dedicas con insistencia a una disciplina artística, tarde o temprano te dan un premio, lo difícil es merecerlo. Tengo muchos que no merezco y otros que me merezco no me los han dado.

Un actor no tiene edad de jubilación porque hay personajes de todas las generaciones en una película, teatro o serie. ¿Piensa en ese momento?

No. ¿Se retira alguien que se dedica a una actividad creativa? ¿Los poetas? ¿Los escritores? Un bailarín porque no puede subir la pierna, pero ¿por qué no se retira Vargas Llosa? En este oficio te retira la salud, el día que te da algo y te quedas medio tonto pues no tienes más remedio. Chaplin decía que en esta vida solo da tiempo a ser amateur.

Los actores Antonio Resines y Miguel Rellán, en "Sentimos las molestias".

Los actores Antonio Resines y Miguel Rellán, en "Sentimos las molestias". / X.P./MOVISTAR+

Hace pocas semanas se aprobó el Estatuto del Artista. ¿Habrá un antes y un después en la situación del sector?

Pues no lo conozco. Como decía El Brujo, es como hacer el estatuto del caballero andante. ¿Qué pretenden? ¿Que los que están en paro reciban un subsidio? En primer lugar, hay muchos actores que estan en paro porque se lo merecen, porque son malos, porque no son profesionales, solo son guapos. Hay actrices clónicas, intercambiables, que lo único que les interesa es ser famosas. Y tienen todo derecho del mundo. Hacer cine y televisión es muy fácil, con decir el texto -y ahora ni eso porque no hablas-, y no tropezar con los muebles, es fácil. Yo he visto una gran cantidad de cadáveres exquisitos que se iban a comer el mundo. Pero ser actor es otra cosa.

"hay muchos actores que estan en paro porque se lo merecen, porque son malos, porque no son profesionales, solo son guapos"

Si ahora le llamaran para ofrecerle una película, una serie o una obra de teatro, ¿a quién le gustaría escuchar al otro lado del teléfono?

Pues a un amigo. Tengo muchos, afortunadamente. Desde Fernando Colomo a David Galán Galindo o Jorge Coira. Además así serían proyectos estupendos. Generalmente tengo suerte. Lo que pasa es que de vez en cuando hay algún niño que se cree algo. Hago muchos cortos y hay chicos sin experiencia que creen que el cine empezó con Tarantino. Me gusta mucho aprender, pero me jode que me den lecciones a estas alturas. Hay gente muy tonta y muy lista.

Usted estudio Medicina. ¿Piensa en algún momento que debería haberse dedicado a curar el cuerpo en vez de intentar curar el alma?

Estudié Medicina porque mi padre era médico. Pero no me he arrepentido nunca. Hombre, me gustaría vivir tres vidas: una para ser director de orquesta, otra para ser médico y otra para ser actor.