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Los secretos antes, durante y después de los guerreros de Xian

La exposición "El legado de las dinastías Qin y Han" en el MARQ es una oportunidad para ver las famosas figuras de terracota pero también para conocer la historia que precedió y que sucedió al primer emperador de China

Los guerreros estaban coloreados, como muestra la imagen gracias al videomapping instalado en la exposición

Los guerreros estaban coloreados, como muestra la imagen gracias al videomapping instalado en la exposición / ALEX DOMINGUEZ

Los guerreros de Xian, patrimonio de la Humanidad y catalogados como la octava maravilla, fueron una parte más del complejo mundo subterráneo que el primer emperador de China, Qin Shi Huang, mandó construir para seguir viviendo después de la muerte. Antes, después y durante hay mucha historia por descubrir y también por contar. De lo primero se encargan los arqueólogos y científicos; de lo segundo hay mucho en la exposición Las dinastías Qin y Han. Los guerreros de Xian, que se inauguró esta misma semana en el MARQ, donde se podrá ver hasta el 28 de enero de 2024.

Una muestra en la que no solo se pueden ver más y disfrutar de 120 piezas de 9 museos chinos, además de los 7 guerreros de terracota y un caballo, sino que ayudan a desvelar secretos de esta civilización y su evolución. Desde la cultura, con la importancia de la música o la caligrafía, hasta el poder político, la moneda, las creencias o el legado de los Qin en futuras dinastías. También, cómo y quién construyó los famosos guerreros, con técnicas que aún perduran.

El caballo que se puede ver en el MARQ.

El caballo que se puede ver en el MARQ. / ALEX DOMINGUEZ

Un caballo de 300 kilogramos

No es muy habitual que los caballos de Xian salgan de China. Pero aquí vemos un de ellos, que llegaban a pesar 300 kilogramos. Los Qin eran criadores de caballos expertos, gracias a los conocimientos que aprendieron de sus vecinos nómadas de Asia Central. Este es un ejemplo típico de un caballo de guerra: con ojos alerta y fuerte.

Campana con inscripción.

Campana con inscripción. / Pilar Cortés

Campana bo del duque wu de qin

Esta es la más grande de un grupo de campanas de bronce excavadas en el templo de Taigong y datada entre el año 770 y 475 a.C. Lo curioso es que tiene una inscripción con un mandato celestial que vaticina que la dinastía Qin está destinada a gobernar, como así fue en el año 221.

El instrumento blanqing.

El instrumento blanqing. / Pilar Cortes

Blanqing, un instrumento de percusión

La música era esencial, por eso se encontraron réplicas de instrumentos en las sepulturas. Estas piezas son qing, realizadas en forma de L. El conjunto de qing, o blanqing, podía llegar a tener 32 de estas piezas que se colgaban de un marco de madera y se golpeaban con un mazo.

Monolito con caligrafía Qin

Monolito con caligrafía Qin

Caligrafía Qin

Diez monolitos similares a este se encontraron durante la dinastía Tang (618-907 d.C.), con inscripciones y poemas que narran eventos sociales, políticos y culturales. La importancia de esta piedra (la que se puede ver en la exposición es una reproducción de la original) es que constituye una de las primeras muestras que se conocen de la caligrafía china que se reformó durante el periodo Qin y que es la que se sigue utilizando hoy en día.

Lingotes usados como moneda.

Lingotes usados como moneda. / ALEX DOMINGUEZ

Moneda

Estos son algunos de los 219 lingotes de oro encontrados por casualidad cerca de la capital Han. Cada uno de ellos pesa unos 250 gramos, que corresponde a la unidad de peso jin. Si juntas 30 jin tienes un jun y si juntas 4 jun, tienes un shi, que equivale a unos 30 kilogramos. Si divides una de estas piezas en 16 partes, cada una es un liang. Las culturas chinas no mostraron interés por el oro hasta el periodo entre los años 475 y 221 a.C.

Carro del mausoleo de Qin

Carro del mausoleo de Qin / Pilar Cortes

Carro de bronce

Junto a la tumba del emperador se hallaron dos carros de bronce, a mitad del tamaño real. Su excavación y restauración fue un gran reto. Este pesa 1.200 Kg y lo forman 3.000 piezas. La cubierta, de un metro de diámetro, tiene solo 4 mm de espesor. Hay unos 1.700 elementos de oro y plata.

Los guerreros de mausoleo de Yangling.

Los guerreros de mausoleo de Yangling.

Los otros guerreros

En el mausoleo de Yangling, de la dinastía Han, apareció otro ejército de terracota, pero mucho más pequeño. Los brazos eran articulados de madera, y vestían con seda y armaduras de cuero, por lo que desaparecieron. 

Inscripción funeraria

Inscripción funeraria / ALEX DOMINGUEZ

Cerámica grabada

Los cuerpos de los constructores del mausoleo y de los artesanos de los guerreros fueron arrojados a fosas comunes. El nombre de 18 de ellos se conoce porque alguien los escribió en un trozo de teja. La inscripción de la imagen corresponde a Luo de Dongwu, probablemente un prisionero de guerra.

Armadura realizada con láminas de piedra caliza

Armadura realizada con láminas de piedra caliza / Cristina Martínez

Armadura

Encontradas en la fosa del emperador Qin, cada armadura estaba formada por unas 600 pequeñas piezas de piedra caliza cosidas con alambres de cobre. Los arqueólogos descubrieron cinco millones de estas placas de menos de un centímetro de grosor. En la vida real, las piezas eran de cuero cubiertas de laca.