La arrebatadora extravagancia de Alacant Desperta

La inquietud de unos colegas que brotó en 2003 sigue hoy más viva que nunca u AD son veinte años de dar voz a quien tiene algo que expresar

Alacant Desperta 2023

Justo en el momento en el que R de Rumba, uno de los mejores dj de hip hop del país y miembro del histórico grupo Violadores del Verso, acompasaba los movimientos de centenares de cuellos en la cancha de básket del Tossal, había un tipo que enroscaba con firmeza un aplastador de latas casero a una barandilla para concienciar a la peña de la sostenibilidad. Puro Alacant Desperta. Un claro ejemplo de la magnitud que, en un pestañeo, ha cogido el festival de la cultura popular de la ciudad; la inquietud de unos colegas que brotó en 2003 sigue hoy más viva que nunca.

El público, piedra angular de la iniciativa cultural.  | HÉCTOR FUENTES

El público, piedra angular de la iniciativa cultural. | HÉCTOR FUENTES / ramón pérez

La insistencia de Loïc, un estudiante francés apoyado para su bien en la barra de escénicas a cierta hora de la noche, no encontraba respuesta satisfactoria el pasado viernes. "¿Esto qué es?", se limitaba a repetir cuando un parroquiano de difícil identificación le explicaba a brochazos que AD era una explosión de altruismo. Pura extravagancia, puro AD, como el chi kung terapéutico de Karmenk, repentino y transgresor entre dos actuaciones de cuero, cresta y tachuelas sobre el escenario de rock. AD es la mano que sostiene la cuerda para que el highline -ya saben, lo del funambulista- tenga un espacio cuando las instituciones sólo les dan bufidos. AD es un conciertazo de Mugroman, clásicos de la escena del rock valenciano, pero también los libros de Neruda y Unamuno que pone Joaco en la barra como tapa para acompañar el vermú. Alacant Desperta es una sesión de techno del dj belga Van Czar y un desfile de alta costura cuyos vestidos son bolsas de basura, redes de cebollas y demás disparates del genial Pau y que lucieron con glamour Carol y varias modelos más.

AD son veinte años de dar voz a quien tiene algo que expresar, de reunirse en asamblea semanal y de aprender a pedir el turno de palabra. De convivir en un colectivo horizontal, de tener una idea y de querer llevarla a cabo. Alacant Desperta es un festival por el que pasan miles de personas en tres días; Alacant Desperta es que María Jesús, unas de las fundadoras, emerja en una barra repleta de peticiones con tres bocadillos para los voluntarios cuando nadie la ha llamado. La magia bien pudo quedarse suspendida este fin de semana en un temazo de La Coctelera del Indio o de Guerra de clases bajo la luna llena, pero también en los kilómetros recorridos por Paco e Inma, que con una mano mantienen la llama encendida de AD y con la otra llevan el extintor para apagar los incendios que puedan surgir.

Descenso en longboard; la poesía de Juanlu, Iván, Cucli o Rosita; el deporte adaptado que controla Chenko; la desaforada entrega de Patri y Yolanda por encontrar voluntarios; el arte inverosímil de Eloy; breakdance con olor a graffitti reciente; circo; cómic; escuchar a Arcughâl o a Awita Clara o tirarse en la sombra para comer alguna maravilla que ha preparado Mercè. Todo es posible en un Alacant Desperta cuyo futuro está asegurado por el testigo que han asumido estajanovistas como Julia o Joa, que en ciclismo serían gregarios caros, siempre atentos y dispuestos a escuchar a las voces de la experiencia, a quienes queremos continuar teniendo cerca como Rafa, Mari Carmen, Nevenka, Nieves, Fran o Rosario. La lista es interminable: Mon, Michelle, Antonio, Billy, Capaldi, Gladys, Carola… Por todos ellos, por los que ya no están (Juan Antonio Sala, Manolo Ruano…) y, por supuesto, por la cultura de base de Alicante merece la pena seguir luchando.

Con el axioma de que éste debe ser un movimiento autogestionado y autofinanciado, Alacant Desperta avanza firme, no se vende y convence a quienes les inundan las dudas. El volumen que ha cogido el festival era impensable y cuando alguien titubea, no hay mejor frase que una de Amador, alma máter del colectivo, que bien podría ser el primer mandamiento si los tuviéramos: "Aunque algún año vengan mal dadas y no tengamos escenarios, mientras haya un micrófono abierto para que se exprese quien quiera, eso seguirá siendo Alacant Desperta. Por el contrario, si algún día hay treinta escenarios pero no existe ese altavoz, seremos un festival más".