Alicante mete a España en la mayor prospección subacuática de la Unesco

Casa Mediterráneo participa en la Misión Multilateral de Arqueología Subacuática de este organismo, en la que ha intervenido el fotógrafo alicantino Ángel Fitor y cuyos resultados se presentan mañana en Paris

En agosto del pasado año, la Unesco realizó la que fue su primera prospección de patrimonio cultural subacuático en el Mediterráneo. Fue en el Banco Skerki, en aguas tunecinas, y en el Canal de Sicilia. El objetivo era mejorar la cartografía de la zona para registrar los pecios hundidos en unos fondos que se han revelado como el área más importante de patrimonio subacuático del mundo, según la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

En esta expedición internacional entró España y lo hizo de la mano de Alicante que se unió a través de Casa Mediterráneo, además de contar con el fotógrafo especializado en imagen subacuática Ángel Fitor. De esta manera, España comparte con Francia, Italia, Croacia y Túnez esta investigación cuyos resultados se presentan el jueves en la sede de la Unesco en París.

Ángel Fitor y Andrés Perelló, el martes en Casa Mediterráneo para presentar el proyecto.

Ángel Fitor y Andrés Perelló, el martes en Casa Mediterráneo para presentar el proyecto. / Rafa Arjones

«Hay grandes tesoros escondidos y la Unesco se plantea como objetivo declarar Skerki Patrimonio de la Humanidad, que supone abrir la puerta a otros proyectos de cooperación y España ya está ahí», asegura Andrés Perelló, director general de Casa Mediterráneo. «Consideramos que teníamos que entrar para que Casa Mediterráneo y Alicante se muestren como referentes mediterráneos».

Participación

Un total de 20.000 dólares y la intervención de Fitor han sido las aportaciones realizadas desde España para este proyecto con dos partes diferenciadas. Por un lado, documentar el estado de conservación de los pecios ya registrados «con altísimo valor histórico», descubiertos por Robert Ballard, que fue quien encontró el Titanic. «En los 90, Ballard encontró tres pecios romanos a 800 metros de profundidad en aguas de Sicilia y lo que se ha hecho es comparar las fotos actuales con las de entonces para ver si ha habido algún daño», destaca Fitor.

Por otro lado, se trataba de inspeccionar el Banco Skerki para ver qué escondían sus fondos. «El Mediterráneo estaba separado por este banco formando dos lagos, de manera que allí quedan unos arrecifes que son un peligro para la navegación y esa es la razón por que se han ido hundiendo barcos», afirma Perelló. Eso y la cantidad de corrientes y viento en la zona.

Estas prospecciones se realizaron con dos robots teledirigidos, capaces de adaptarse a zonas geográficas de difícil acceso. El robot Arthur se usó para documentar los barcos hundidos en la plataforma continental italiana descubiertos por Ballard. De esta forma se han recabado nuevos datos con fotos y vídeos en alta resolución que contribuyeron a identificar y datar la carga de los barcos.

En la plataforma continental tunecina, los arqueólogos utilizaron el robot Hilarion para verificar y documentar los objetivos del área previamente cartografiada y un sónar multifaz con el fin de obtener más información de esta zona desconocida y peligrosa para la navegación. Por primera vez se escaneó el arrecife de Keith, que permitió documentar tres nuevos naufragios que datan del periodo antiguo al moderno y otras zonas de interés arqueológico.

De esta forma se han documentado naufragios desde la época fenicia hasta la Segunda Guerra Mundial.

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INFORMACIÓN

Fotografías y exposición

El papel de Ángel Fitor en esta aventura ha sido la de documentar en imágenes lo que pasaba a bordo del Alfred Merlin, buque científico francés en el que se ha desarrollado el proyecto. «He documentado no solo los aspectos técnicos, porque la embarcación tenía unos recursos de ultimísima generación, sino también la parte humana de esta convivencia, además en un contexto internacional, que ha sido lo más enriquecedor en todos los niveles».

El fotoperiodista y experto en fotografía submarina ha realizado unas 6.000 fotografías, de las que se expondrán medio centenar el jueves durante la presentación internacional del proyecto en la sede de la Unesco en París. «Se trata de mostrar la parte doméstica y de convivencia en el barco, porque las imágenes del fondo se han hecho con esos robots submarinos de alta generación». La exposición se completará con la proyección de un documental, rodado durante la expedición por un equipo de cineastas.

Andrés Perelló espera poder traer ese trabajo a Casa Mediterráneo para que se conozca, «en la medida de nuestras posibilidades». Para el director de esta institución, «esta misión constituye el primer paso de una relación duradera de cooperación multilateral en el Mediterráneo».