Una obra que hace justicia a los personajes femeninos de los cuentos

A tres semanas del debut, la compañía alicantina Enclavados Teatro ensaya de forma intensiva Grimm. Cuentos por contar, su octava obra, pero la primera que tendrá su estreno en el Teatro Principal de Alicante. Este «honor» obedece a que su texto dramático fue el elegido en la séptima Residencia de Producción Teatral José Estruch, que además de recibir una ayuda económica de 8.450 euros para levantar la obra, les permite ensayar en el propio coliseo alicantino durante ocho semanas, la última de ellas en el propio escenario, antes de presentarla al público el 27 de septiembre.

«La responsabilidad es muy grande, pero la ilusión manda. Aquí vine por primera vez a ver a Miliki y estrenar ahora con este apoyo es maravilloso», apunta el fundador de la compañía, Alberto Giner, director, actor y autor de la obra, que da una vuelta de tuerca a los cuentos de los hermanos Grimm en una función dirigida a todos los públicos pero, sobre todo, a adolescentes y jóvenes «para quienes apenas se hace teatro», añade el dramaturgo.

Un espectáculo familiar gana la Residencia de Producción Teatral José Estruch

Tras tres primeras semanas para montar la parte escénica, ayer retomaron los ensayos con el equipo completo: el técnico de sonido e iluminación Alberto Ramos, la multiinstrumentista Inés Saavedra y la intérprete de lengua de signos Lea Ríos. Estas últimas también tendrán su papel en la obra, que combina teatro físico, títeres, música y humor para hacer justicia a los personajes femeninos de estos cuentos clásicos.

«Pretendemos devolver la justicia a los cuentos originales de los hermanos Grimm, que se escribieron en el siglo XIX y han llegado hasta nuestros días sufriendo, obviamente, muchos cambios, que en algunos casos han hecho daño o han perjudicado, sobre todo, a los personajes femeninos. Nuestra intención también es -indica el director- contar la verdad del origen de esos cuentos. Hay mil leyendas sobre los hermanos Grimm, pero la verdad es que las historias las escucharon de boca de muchas mujeres, que les contaron sus historias para que las publicaran dentro de su colección de cuentos clásicos».

Los espectadores entenderán de qué hablan cuando vean la obra, donde descubrirán algunas cosas en estos cuentos clásicos y conocidos al bucear en sus orígenes e incluso se sorprenderán de algunas tramas y finales iniciales, que con el tiempo se han ido transformando. «La obra juega con que uno de los hermanos quería defender el legado original, con su parte oscura, y otro la parte dulcificada», apunta Gabriel Márquez, que añade que la función cuenta con muchos momentos cómicos y cree que «la manipulación de las marionetas es el mayor reto que tenemos por delante».

Música y lengua de signos

La música y las canciones juegan también un papel fundamental en la función, ocupa 40 de los 60 minutos de la obra, y en ella Inés Saavedra -que toca varias guitarras, bajo, percusión y se acompaña de bases musicales- ha tenido «libertad total para crear de la nada, con algunas referencias iniciales, y a partir de lo que captaba al leer el texto». 

A su vez, Lea Ríos destaca que, en su caso, lo importante de traducir en lengua de signos en el teatro «es que vaya a tempo con la obra y todo debe tener una preparación antes».

Para el director, Alberto Giner, además de devolver la verdad a los personajes femeninos desvirtuados en los cuentos de los hermanos Grimm, lo vital es que el resultado se traduzca en crear una obra «divertida». Ya que su principal destinatario es el público joven, «que la obra les mueva, que les entren ganas de ver teatro, que les motive y que podamos entrar en su código. La obra tiene reguetón, rap... y espero que lo consigamos».

La función se representará el día 27 en dos funciones: a las 12 horas para público juvenil y a las 20 horas, general. Las entradas ya están a la venta.