La pulla de Melody tras su debut en Eurovisión 2025

La representante de España no se ha mordido la lengua tras su comentada actuación en la primera semifinal del festival europeo de la canción

Así ha sido la actuación de Melody en la primera semifinal de Eurovisión

Lucía Feijoo Viera

C. Suena

C. Suena

A solo cuatro días del gran salseo eurovisivo en Basilea, Melody, nuestra reina de Dos Hermanas, ha dejado claro que no está para tonterías. Tras una actuación que ha sido puro drama, diva y despliegue escénico, la artista ha respondido sin pelos en la lengua a las críticas recibidas. “El que no nos quiera votar, que no lo haga”, soltó tan pancha en su última entrevista para RTVE.

Y es que la intérprete de Esa diva no solo nos regaló un momentazo digno de gif en su debut eurovisivo, sino que además plantó bandera sobre el escenario con una propuesta made in Spain que no dejó indiferente a nadie.

Así ha sido la primera semifinal de Eurovisión 2025: los países que pasan y la actuación de Melody

De la bata de cola a la escalera blanca: así fue el show de Melody en Eurovisión. / AP

Una actuación con más eurodrama que una gala de Benidorm Fest

Melody apareció en escena como solo una diva sabe hacerlo: con luces y sombras, sombrero cordobés, bata de cola y ese poderío que grita “aquí estoy yo”. Y lo que parecía un vestidazo normal… ¡sorpresa! De él salieron tres bailarines como por arte de magia: Álex Bullón, Marc Montojo e Iván Matías Urquiaga.

Pero la cosa no quedó ahí. En plena actuación, telón rojo mediante, Melody reapareció tras un telón rojo luciendo un traje de lentejuelas, completando un cuerpo de baile que acabó por meterse al público en el bolsillo. El cierre fue medido al milímetro: escalera central, notas agudas impecables y un estallido visual perfectamente sincronizado. Técnica, elegancia y potencia escénica. ¿Qué más se puede pedir? Pues pirueta final y ovación del público del estadio St. Jakobshalle de Basilea. Y de eso, también hubo.

Pero no todo fue glitter: Melody también sacó el látigo

Detrás del show must go on hay mucho curro y Melody no dudó en contarlo. “¿Sabes el templete que hay que tener para hacer una actuación así? Y los corchetes, la bata de cola, el pelo, el tacón, el bailarín, el sombrero… son mil cosas”, enumeraba en tono resignado pero sin perder su arte. Además, aprovechó para criticar el sonido durante su actuación. “El sonido y la musiquita estaba muy baja. Yo estoy muy pelada y, de coros… voy llevando el peso de la canción todo el rato y bailando”, confesó, dejando claro que no todo lo que brilla en Eurovisión es purpurina.

Y no fue la única en alzar la voz. En redes sociales, los eurofans españoles también se quejaron de la realización, apuntando que los planos abiertos y ciertos cambios de cámara deslucieron momentos clave de la coreografía. En X (Twitter), abundaron los mensajes pidiendo una revisión de los planos para la gran final del sábado, donde cada segundo cuenta.

Melody habló desde dentro, pero fuera también se notó: la actuación gustó, pero muchos sintieron que la puesta en escena merecía un tratamiento visual más a la altura del esfuerzo.

Los eurofans, como siempre, divididos

Los timelines arden. Mientras unos ya ven a Melody acariciando el top 5, otros creen que países como Suecia (con Bara bada bastu) o Austria (con Wasted Love) podrían hacerle sombra. Pero Melody lo tiene claro: “Nos podemos sentir superorgullosos porque hicimos un muy buen trabajo”. Y sí, se le notaba en la voz. Vaya voz.

Récord de audiencia y subidón de orgullo patrio

Su debut no solo nos dejó memes y momentazos, también barrió en audiencias: más de 1,3 millones de espectadores y un 11% de share, siendo la semifinal más vista de la historia en Televisión Española. Vamos, que Esa diva está haciendo historia antes incluso de pisar la final.

Melody ha dicho lo que muchos pensaban y pocos se atreven a decir. Se ha dejado la piel, ha callado bocas y ha puesto a España en el mapa de las divas con pelazo y tacón.

¿Ganará? ¿Quedará en top 10? ¿Nos marcará un chanelazo? A estas alturas, solo hay algo claro: Melody ha venido a jugar. Y no se rinde ni con la musiquita baja.

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