Alicante despide al cocinero José Manuel Varó

"Alicante le necesitaba y él hizo mucho por Alicante. A Varó hay que cuidarlo aun no estando. Le echaremos mucho en falta", ha comentado Paco Ramón, maître en el restaurante El Delfín y Maestral, que acompañó durante décadas a José Manuel Varó cuando este estaba al frente de los fogones. Ramón es uno de los numerosos compañeros que se cruzaron en la vida del "maestro" de cocineros y renovador de la gastronomía alicantina, fallecido en la madrugada del lunes a los 85 años, que en la mañana de este martes han acudido al funeral celebrado en su honor en el tanatorio La Siempreviva de Alicante.

Entre ellos, Antonio Arias, presidente de Vectalia, al que pertenece el restaurante Maestral, donde José Manuel Varó trabajó como chef desde finales de los ochenta hasta su jubilación, en 2009. Arias ha lamentado la muerte "de un ser querido y de un amigo, un magnífico profesional de la hostelería que fue un referente en la gastronomía" así como "un socio magnífico en Vectalia".

Junto a él, también ha acudido Armando Sala, exvicepresidente de la CAM; el propietario de Bardisa y la Escuela de Catas de Alicante, Juan José Sellés; el crítico gastronómico Antonio Marquerie y el editor gastronómico Carlos Corredor. El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, visitó a la familia la tarde del día anterior en el tanatorio, al que acudió solo. El Ayuntamiento de Alicante ha enviado una corona de flores, al igual que la Cámara de Comercio de Alicante, Vectalia, los Amigos Poma Lluenta de Mutxamel y Amigos del Mark y la Pastelería Ramón Frías, entre otros.

Pesar en Alicante por la muerte de José Manuel Varó

Compañeros de profesión y amigos de Varó también han acompañado a la familia del fallecido -su esposa, Juana, y sus dos hijas, Amelia y María José-, como Carlos Blasco, que ha trabajado "media vida" con Varó en la cocina, quien "se tomaba el trabajo con mucho amor propio y era muy responsable porque quería que todo saliera lo mejor posible, era muy perfeccionista. Y estábamos todos muy contentos con él porque tenía un corazón muy grande, te motivaba, era duro pero tenía un fondo muy bueno". 

Igualmente, Antonio González Navarrete, trabajador en Maestral más de veinte años, ha expresado la "gran satisfacción personal y profesional" que siente "por haber trabajado a su lado. Hay que agradecerle todas las enseñanzas que nos ha dado durante tantos años".