En ING sabían muy bien lo que hacían cuando dieron carta blanca a la cúpula de Renault para fichar a Fernando Alonso. No había límite de presupuesto si el asturiano estaba en el equipo. En 2008, España se abonará a la ya famosa cuenta naranja y las previsiones de los ejecutivos del banco holandés se verán desbordados ante el tirón mediático del ovetense. El socio de Renault -el nombre completo del equipo es ING Renault F1 Team- comenzó en 2007 una fuerte apuesta por la Fórmula 1. No sólo con sus 50 millones anuales de inversión, sino también a través del patrocinio de varios grandes premios. Y el resultado de su primera temporada no puede haber sido mejor: fue el segundo espónsor más visto en televisión, con un impacto de 4 horas y aseguran que ha aumentado un 7 por ciento la percepción del público como empresa líder. Con la llegada del español, todo son buenos augurios.

Fernando Alonso se pasa de un banco a otro. En su nueva aventura no le seguirá el Santander, que se embarcó en McLaren junto al asturiano y apostó fuerte por el mercado británico. La compra del banco Abbey y los buenos resultados de su incursión en las islas les animan a continuar adelante.

Pese a tratarse de una empresa española, el banco de Emilio Botín explotó prácticamente por igual la imagen de Alonso y la de Hamilton, enfocado a dar alas a su filial británica.

La única esperanza para que el R-28 lleve un patrocinador español la próxima temporada es Mutua Madrileña. La aseguradora tiene su compromiso en vigor con McLaren y garantizan que no han tenido ningún tipo de conversación con Ron Dennis, patrón de la escudería.