Una igualada que supo a poco, pues a falta de tres segundos los almoradidenses tuvieron un penalti a su favor para sentenciar el choque, pero José Andrés no lo marcó y el empate se mantuvo en el marcador.

El partido estuvo bastante igualado en sus primeros compases, tanto en el marcador como en la cantidad de errores que cometían ambos equipos. Los de Nolasco empezaron por detrás en el marcador, a uno y dos goles de los burgaleses, pero no perdiéndole la cara al partido. Tras la exclusión de dos jugadores locales en el meridiano del primer tiempo, el Villa de Aranda aprovechó la superioridad para dar un arreón y marcharse en el marcador de cuatro goles. El equipo de la Vega Baja lo intentaba, pero notó la falta de rodaje de algunos jugadores. Aún así, el Mahersol volvió a acercarse, dejando el marcador al descanso en un ajustado 15-16.

Las espadas estaban en todo lo alto. Tras el asueto, los locales, con una defensa abierta, presionaban a los atacantes visitantes que en algún momento hicieron pasivo, a pesar de que los árbitros no lo señalaron, lo que enfadó a los aficionados almoradidenses.

El partido se rompió a falta de diez minutos cuando el marcador reflejaba un 19-24. Pero un tiempo muerto de Nolasco, a falta de cuatro minutos, con cuatro goles abajo, revolucionó al equipo y a la afición. A falta de dos, la diferencia era de sólo dos goles y varias acciones erróneas del Villa Aranda y una buena defensa del Mahersol permitió llegar a los últimos 30 segundos con empate. El portero local Kiko hizo una parada y en la siguiente jugada se señaló penalti a favor de los locales que José Andrés no aprovechó.