El alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, no cumplió su promesa del año pasado de disputar la prueba junto al exdelegado del Consell, Juan de Dios Navarro, pero como cada edición siguió la carrera entusiasmado. «Tenemos una prueba totalmente consolidada que es muy querida por los corredores por el cariño que trasmite la gente. Hemos tenido más de mil voluntarios y a pesar de la lluvia, que no favorece a los atletas, al final más de ocho mil han llegado a la meta, lo que supone un récord de participación».

El primer edil de la villa marinera destacó el impacto económico que repercute en la localidad la celebración de la Mitja Marató. «La mayoría de participantes suele venir con un par de acompañantes, familiares o amigos que le ayudan a guardar la ropa y demás. Podemos hablar de la presencia de 20 o 25 mil personas lo que atrae la prueba. Aparte de la fiesta deportiva, todo eso ayuda a los restaurantes y comercios de nuestra localidad. Ojalá pudiera tener una Mitja Marató todas las semanas, porque la economía lo nota», comentó el alcalde.

Otros de los aspectos destacados de la prueba es su carácter solidario. Este año se ha destinado un euro por cada corredor que llegó a meta a la ayuda a asociaciones locales que colaboran con los más necesitados. Y es que en esta prueba la organización y los detalles es la parte más destacada».