El Eldense: peor imposible

El Eldense continúa en caída libre. El cambio de entrenador se antojaba como el revulsivo necesario para que el conjunto azulgrana remontara el vuelo, pero este nuevo fracaso destapa las vergüenzas de la plantilla y de los directivos que la confeccionaron.

El Atlético Saguntino, rival directo por la permanencia, certificó la quinta derrota consecutiva del Eldense, que en esta ocasión fue incapaz siquiera de rematar una sola vez entre los tres palos de la portería de su rival. El cambio de sistema elaborado por Raúl Garrido, quien no pudo dirigir el partido desde el banquillo al no haber firmado Yeste el finiquito, fue estéril, ya que la mayor concentración de centrocampistas no se tradujo en ocasiones de gol.

El Deportivo controlaba el esférico, pero la circulación del balón, al igual que en los partidos anteriores, era muy lenta. Los jugadores azulgranas fueron incapaces de generar peligro, únicamente los interiores Juanjo y Armero, acompañados por el eterno capitán Antonio Cañadas, buscaban llegar al marco de la portería valenciana, pero el ariete Manu Gavilán anduvo perdido todo el encuentro y todavía no ha logrado estrenarse con la elástica deportivista, aunque al menos aporta intensidad.

Por su parte, el Atlético Saguntino basaba su juego en la velocidad. Con sólo dos o tres pases lograban plantarse en zonas de peligro, apoyándose en el veterano David Fas, que a sus 36 años pareció un juvenil, aunque el cuadro valenciano tampoco generó demasiadas ocasiones al Eldense.

En el minuto 40, Javi Rubio filtró un balón a Carlos Esteve, quien remató cruzado ante la meta de Carlos Molina. Cuatro minutos después, los mismos protagonistas se cambiaron los papeles, y en esta ocasión Rubio mandó a las nubes un claro remate a bocajarro tras un centro de Esteve.

El partido no cambió tras el descanso, y los de Raúl Garrido seguían sin generar ocasiones a un rival debutante en Segunda B y que consiguió ayer su primera victoria en la categoría de bronce.

Corría el minuto 55 cuando Lois abrió un balón a la banda derecha, donde esperaba David Fas. El capitán del Atlético Saguntino levantó la cabeza y vio la llegada de Carlos Esteve, que en esta ocasión no perdonó para adelantar a su equipo en el marcador.

Todavía restaban 35 minutos para que el encuentro finalizara, pero la sensación entre la afición local era de impotencia, ya que el Deportivo no da síntomas de mejoría. Tras el pitido del árbitro llegaron los pitos de la grada azulgrana, que señalan tanto a los jugadores como a la directiva encargada de elaborar el equipo, ya que pese a que restan todavía muchas jornadas por delante, el pozo en el que está instalado el Eldense, colista del grupo III, cada vez es más profundo.