Había que comenzar estas líneas con el lema que reza la pancarta perpetua de la Peña Kali Nord de que «Quien nunca se rinde al final triunfa». Porque el presidente de este equipo de baloncesto HLA Lucentum, Tony Gallego, y su buen equipo que le ha acompañado en esta travesía del desierto, nunca se rindió en estos seis años que ha durado el discurrir del Lucentum por la Segunda B del básket español. Y ello, tras haber saboreado las mieles de un quinto puesto en ACB en la temporada 2004-05 con 23 victorias esa temporada, y habiendo jugado los «play-off», al igual que en la temporada 2002-2003 con un octavo puesto en la ACB.

Desde que en el año 1994 el recordado Paco Pastor fundó este club ha estado nueve años en ACB, pasando por la LEB Oro, LEB Plata, Primera Nacional y EBA, subiendo de peldaño en peldaño, hasta llegar a poner a la provincia de Alicante en el más alto lugar. Pero el mérito que tiene este equipo es enorme, desde el propio patrocinador HLA, que apostó por este proyecto desde las cenizas, los jugadores y el equipo deportivo, hasta llegar a la junta directiva y su presidente, que tuvieron el tremendo mérito de recoger a un equipo disuelto, salido de un concurso de acreedores y con sumo esfuerzo y paciencia, como se hacen las cosas bien hechas, llegar a devolver a Alicante a una LEB oro que posiciona ya a la provincia en una categoría que debe ser solo un paso más en la recuperación de la categoría que nunca se debió perder de la ACB.

Extraordinario el mérito de este grupo de amigos que desde los despachos y desde la cancha del pabellón que lleva tan prestigioso nombre, como el de Pedro Ferrándiz, han ido ganando partido a partido hasta conseguir este ascenso, que se nos escapó el año pasado ante el Canoe. Pero la paciencia y el buen hacer, así como la tranquilidad que da el saber que la recompensa siempre viene cuando nunca te rindes ante las adversidades que te vengan en la vida, han hecho posible recuperar la categoría de la LEB Oro en un pabellón que ha sentido y vivido el baloncesto de altura que nos han dado jugadores de la talla de Reggie Fox, Lou Roe -¡qué recuerdos!-, Larry Lewis, Iñaqui de Miguel, Perasovic, Nacho Rodríguez, Stojic, Oriol Junyent, Calderón, Singler, Pedro Llompart, y el propio actual director técnico del equipo Guillermo Rejón, quienes han dejado la impronta de su buen hacer a la afición alicantina.

Las dificultades que se han superado en estos seis años demuestran a las claras que la buena gestión en una sociedad deportiva conlleva, al final, los éxitos deportivos, y que el éxito gerencial en los despachos puede permitir aventurar buenos logros en lo deportivo. Pero ello debe venir acompañado, siempre, de un buen patrocinio económico que permita que las buenas ideas gerenciales de los directivos puedan ser llevadas a la práctica. De ahí, la importancia de la confianza depositada en estos seis años por la sociedad sanitaria HLA, que ha estado allí para hacer realidad este ilusionante proyecto.

No obstante, esto no es, sino, un paso más que nos debe llevar, al final, al ascenso a la anhelada ACB de la que tanto se disfrutó en esta provincia de Alicante. Pero, como reclamaba Tony Gallego en estas mismas páginas, este no es un proyecto de unos pocos, sino un proyecto global de toda la provincia para posicionar a Alicante donde se merece. Porque una provincia que en todas las estadísticas está entre las seis o siete primeras de España debe estar, también, en esa posición en todos los escenarios de la sociedad, tanto en el empresarial, social, como en el deportivo, y con ese espíritu de que € Quien no se rinde nunca, al final triunfa.