El Valencia ganó por 1-2 al Barcelona la final de la Copa del Rey en Sevilla y tocó de nuevo la gloria con un título 11 años después como broche de oro a su centenario tras superar con una defensa impecable y siendo letal en ataque a un cuadro azulgrana que se queda sin el récord de cinco copas seguidas. Un gol de Gameiro, a los 21 minutos, y otro de Rodrigo Moreno, en el 33, pusieron por delante al descanso a los valencianistas, que demostraron una gran efectividad con su clásico juego de salir rápido a la contra ante un Barça apagado e inofensivo en el primer tiempo y que reaccionó tarde, con lo que sólo pudo acortar distancias en el 73 por medio de Messi.

Llegaban al Villamarín dos equipos con estados de ánimo a priori dispares: el Barça, un clásico de la competición y su rey absoluto, esta vez herido y con la obligación de resarcirse de su dolorosa eliminación en la Champions en Liverpool; y un Valencia crecido, que acabó cuarto en Liga y con hambre de títulos.

El duelo comenzó como se preveía, con mucha intensidad y con el Barcelona como absoluto dueño del balón, aunque sin hallar las vías para superar el ordenado repliegue, claramente a conciencia, del Valencia, que lo fió todo, o casi todo, a salir rápido a la contra.

Y los valencianistas, muy fiables atrás ante los intentos ofensivos azulgranas, siempre sin éxito, gozaron pronto de su primera opción conforme al guión que perseguían. Fue a los 5 minutos, cuando el balón llegó a Rodrigo Moreno tras un error de Lenglet, dribló al holandés Cillessen y su tiro lo sacó bajo los palos Piqué.

Con Messi bajando mucho al medio y con libertad de movimientos para hacerse con balones y tratar de hacer daño a su rival, pero sin recompensa en esta fase del choque, el Barça siguió en busca del gol, pero sin profundidad ni claridad de ideas.

Las dos llegadas fulgurantes del Valencia por las bandas de Gayà y Soler acabaron en sendos goles de Gameiro y Rodrigo. Sólo Messi, de nuevo, buscó el gol con dos tiros al filo del descanso, pero Jaume le replicó con buenas paradas.

En la reanudación, Valverde movió el banquillo con la entrada como extremo de Malcom por Semedo y de Arturo Vidal, que jugó muy adelantado, por Arthur. El Barça apretó de lo lindo y pudo empatar en un remate de Messi al palo. Poco después, «la Pulga» logró el 2-1 tras un cabezazo de Lenglet rechazado por Doménech. El asedio culé se quedó sin premio y el Valencia, que falló dos mano a mano, tocó el cielo en su centenario.