El Orihuela Club de Fútbol deja atrás seis años de amargura en Tercera División, para regresar a lo grande a la categoría de bronce del fútbol español, que nunca debió perder. Por historia de este deporte en la ciudad, por afición y por la propia importancia del municipio, la Segunda B es la categoría que le corresponde al primer equipo oriolano.

De hecho, el club ya se había afianzado en ese estatus con la disputa incluso de dos promociones de ascenso a Segunda División A seguidas, cuando se encontró con un inesperado descenso.

Pese a todos los esfuerzos y empeños de los directivos por recuperar el puesto perdido, han tenido que transcurrir seis años para que el objetivo se viera cumplido, eso sí, de forma brillante y con números que pasarán a la historia. Con este ascenso, las aguas del Orihuela CF vuelven a su cauce natural de la categoría de Segunda B.

Pero, aunque los números finales reflejan a un equipo arrollador, el camino no ha sido fácil. El club presidido por Antonio Felices, afrontaba la temporada 2018-2019 después de otro duro golpe de una promoción de ascenso fallida en la que el equipo se quedó a las puertas del salto de categoría, con las dudas que ese varapalo puede generar, y la desilusión que podía invadir a una afición cansada de tanta insatisfacción.

En ese momento fue clave la decisión adoptada por la directiva de ofrecer toda su confianza al entrenador, Miguel Ángel Villafaina, y dar continuidad a un proyecto que se había iniciado la temporada anterior y que se completó en el inicio de esta, con las incorporaciones necesarias para formar una plantilla competitiva y compensada. Así, se mantuvo la columna vertebral de la plantilla, y se incorporaron caras importantes que aportaban más experiencia al plantel.

Y comenzó la temporada. El inicio fue esperanzador con una goleada en Los Arcos por 3-0 ante el Paiporta, pero la alegría duró poco y las dudas comenzaron a acrecentarse cuando en los siguientes tres partidos los resultados fueron de una derrota y dos empates consecutivos.

Tampoco ayudó el hecho que el Orihuela tuviese que jugar tres partidos consecutivos como visitante con motivo de la resiembra del césped de Los Arcos. Parecía no encontrar el sitio de equipo campeón al que aspiraba, y en esos duros momentos ocurrió algo que también resultó clave para el futuro.

Por un lado, la directiva siguió confiando en el proyecto de Villafaina, y por otro, los jugadores hicieron una piña con el entrenador y dijeron creer firmemente en su proyecto. Por ello, se comprometieron a sacar adelante los resultados y seguir peleando por el objetivo.

Los marcadores fueron mejorando paulatinamente, al tiempo que la presencia de aficionados, muy floja al principio, fue creciendo. El 15 de diciembre, el Orihuela sufrió su cuarta derrota tras disputar 17 partidos, en Atzeneta (esa sería la última que sufriría en toda la temporada), y la jornada siguiente se marchó a las vacaciones navideñas con un amargo empate en casa. No obstante, en esos momentos el equipo estaba a solo cuatro puntos del líder después de una notable mejoría con respecto al inicio de la competición.

Pero hubo un antes y un después de las Navidades. En el regreso a la torneo, ya en el nuevo año 2019, el Orihuela comenzó el camino hacia la gloria. Ya no volvió a perder ningún partido, fue capaz de ganar 10 seguidos (jugó cuatro consecutivos como local debido al cambio que tuvo que hacer en la primera vuelta por la resiembra del campo), comenzó a adelantar a todos los equipos y a poner tierra de por medio con respecto a los que tenía por debajo, y pulverizó todos los registros inimaginables, poniendo al concluir la liga regular, el listón tremendamente alto, con unos números que serán muy difíciles de igualar o batir por cualquier otro equipo en el grupo VI de Tercera División los siguientes años.

La remontada del equipo escorpión fue tan espectacular, que a la jornada 22, el 27 de enero, se llegaba con La Nucía como líder. Ese mismo fin de semana, los oriolanos se hicieron con el liderato y, al final de la competición, el 18 de mayo, la distancia que el Orihuela, como campeón, le logró sacar a La Nucía fue de 16 puntos.

En ese momento, la afición ya estaba totalmente enganchada con su equipo, y no era para menos. Los oriolanos fueron campeones de liga con 86 puntos: 26 partidos ganados, 8 empatados y 4 perdidos, además de con 62 goles a favor y 21 en contra.

Hacía 13 años que el equipo no se proclamaba campeón de liga, y ese triunfo le iba a permitir afrontar la promoción de ascenso en una sola eliminatoria a partido de ida y vuelta y con la ventaja de tener una segunda oportunidad de reengancharse a las demás eliminatorias en caso de no superar la primera que le podía dar el ascenso directo.

El rival que le tocó en el sorteo fue el campeón del grupo aragonés, el Tarazona. Se trataba de un equipo zaragozano que mostraba números similares a los del Orihuela en su liga. Solo había perdido dos partidos en toda la competición, y todos en la primera vuelta, y su portero solo recibió 17 goles en 38 partidos disputados.

Se presentaba como un rival muy complicado, pero el conjunto de la Vega Baja, que estaba en estado de gloria, ganó los dos partidos (0-1 en Tarazona en la ida, y 2-1 en Los Arcos en la vuelta) y ascendió por la vía rápida y por la puerta grande.

El partido del ascenso confirmó el reenganche definitivo de la afición. Unos días antes del encuentro, se habían agotado todas las entradas, y Los Arcos presentó un lleno absoluto. La fiesta por el ascenso se trasladó del campo a la rotonda de la glorieta Gabriel Miró, y un día después al Ayuntamiento de la ciudad, donde los protagonistas fueron recibidos por representantes del equipo de gobierno, y posteriormente se asomaron al balcón principal de la Casa Consistorial para dedicar el triunfo a toda la afición. Previamente, también se había ofrecido el ascenso a la patrona de la ciudad, la Virgen de Monserrate.

El club prepara ya su retorno a la Segunda División B, donde buscará su sitio para continuar dando alegrías a su afición.

"Siempre tendré presente que la directiva apostó por mí en un momento en que mucha gente dudaba"

Miguel Ángel Villafaina, entrenador del Orihuela CF.

- Usted ya logró anteriormente un ascenso a Segunda B con el Atlético Levante ¿Qué ha sentido con este nuevo ascenso? ¿En qué se diferencian?

Aunque signifiquen lo mismo tienen un sabor muy diferente. En el Atlético Levante al ser un equipo filial, el éxito no tiene tanta repercusión social. En Orihuela tiene una mayor trascendencia al estar toda una ciudad ilusionada con el objetivo. Además tengo muy presente la temporada en la cual no entrené, para disfrutar más si cabe de todo aquello que consigo en el camino.

- ¿Cuáles han sido las claves para alcanzar con el Orihuela unos registros deportivos difíciles de igualar en el grupo VI de Tercera División y el ascenso a la Segunda División B?

Formar un plantilla más amplia y con más variantes, darle continuidad al bloque que se quedó a las puertas del ascenso la temporada anterior, crear un vestuario fuerte para estar unido en los momentos difíciles, tener una idea de juego y evolucionarla durante la temporada para intentar conseguir la mejor versión de los jugadores a nivel individual, y sobre todo no dudar en aquellos momentos en los cuales los resultados nos daban la espalda, además de creer en que el buen proceso nos acercaría a conseguir el objetivo.

- ¿Cómo se gestiona un vestuario plagado de experimentados futbolistas para que mantengan la motivación toda una temporada?

Una de mis competencias es la gestión de los recursos humanos. Oriento todas mis conversaciones a anteponer lo colectivo a lo individual. Hablo con ellos a nivel individual de forma continua. Tratamos desde temas deportivos hasta personales. Detrás de cada jugador, tenga el currículum que tenga, hay una persona con sentimientos, emociones y miedos.

El jugador juegue más o menos, valora que el cuerpo técnico que le dirige, invierta su tiempo e intente ayudarle a ser mejor. Es una de las premisas que me marco a principio de temporada, evolucionar a todo jugador que tenga bajo mi dirección. Cuando el jugador te siente cerca, te facilita más la gestión de grupo.

Aunque hemos de dar por hecho, de que el jugador es egoísta y quiere jugarlo todo como es normal. Intento ser justo y tratarlos a todos por igual. Creo que eso ha generado una competencia sana pero intensa en el día a día.

- Cuando la pasada campaña se quedó a las puertas del ascenso ¿qué le llevó a intentarlo de nuevo esta temporada? ¿No le entraron dudas?

Nunca he tenido dudas. Creía en el proyecto, en la plantilla y en el cuerpo técnico. Era imposible con esos ingredientes que no fuéramos capaces de cocinar un plato exquisito.

- ¿Qué opinión le merece el trabajo de la junta directiva y el apoyo que le dio para continuar con el proyecto?

Es admirable que año tras año se reinventen y mantengan la ilusión por levantarse e intentar conseguir el ansiado ascenso. Han invertido mucho dinero, tiempo y hasta se han distanciado de sus familias para intentar devolver al Orihuela a la 2ºB. Sin ellos nada de esto hubiera sido posible.

Siempre tendré presente que apostaron por mí en un momento en el cual mucha gente dudaba y que tras el golpe de Langreo entendieran que yo tendría que ser el entrenador que liderara el nuevo proyecto.

- ¿Qué sintió al ver el día del ascenso el estadio de Los Arcos repleto de público? ¿Qué opina de la afición oriolana?

Satisfacción de ver que nuestro trabajo consigue ilusionar a toda una ciudad. Es un orgullo que nos hagan responsables de despertar a Orihuela en materia futbolística. Que hablen de que el ambiente que se respira en Los Arcos no se ha vivido nunca. Esperemos que sea el inicio de una bonita etapa.

Voy a ser sincero y me voy a mojar clasificando a la afición Orihuela. Hay un porcentaje grande de aficionados fieles, pasionales, positivos y que sueñan con ver al Orihuela estabilizarse en el fútbol nacional. Y hay un pequeño porcentaje de personas que son extremadamente exigentes, inestables y negativos por naturaleza. Intentaremos unir a toda la afición oriolana para que en vez de que se divida, multiplique y rememos todos en la misma dirección.

- ¿A quién le dedica el ascenso?

A todos los que formamos la familia del OCF (Directivos, familiares, jugadores, cuerpo técnico, trabajadores, aficionados, medios de comunicación, Ayuntamiento€.). Y a todos aquellos que en su día lucharon por este club y desde el cielo nos han empujado hacia el ascenso. Ellos seguramente hayan sido los que más lo hayan celebrado.

- Todavía le queda un año de contrato ¿espera poder dirigir al Orihuela en Segunda División B la próxima temporada?

Mi voluntad es la de continuar porque me siento identificado con este proyecto y agradecido a este club. Entrar en una categoría nacional como la 2ª B es un reto muy bonito pero a la vez muy difícil. Tenemos que intentar mejorar a nivel de estructura y crear unos cimientos que nos permitan disfrutar compitiendo de esta categoría.

"Tenemos que ser fuertes en Segunda B para no perder lo que tanto ha costado"

Antonio Felices, Presidente del Orihuela CF.

- ¿Qué ha sentido al lograr su primer ascenso en los ocho años que lleva de presidente?

Es un sueño hecho realidad, es la consecución de años de trabajo duro para estabilizar el club institucionalmente, económicamente y deportivamente. El haber conseguido eso ha tenido como consecuencia la gran temporada realizada consumada con el ascenso. Todo esto también ha sido el conseguir un hito histórico en Orihuela y es el colgar el no hay entradas en el campo de Los Arcos. Algo que también me emocionó fue la entrada en tromba de gente en el campo de Los Arcos en el partido último, corriendo por las gradas para coger sitio.

- Esta temporada se ha hecho doblete: Se ha ganado la liga y se ha ascendido ¿Qué ha cambiado con respecto a otros años para conseguirlo?

Como decía antes la estabilidad. El año pasado estuvimos muy cerca de conseguir el ascenso y se mantuvo la mayoría de la plantilla, las incorporaciones han mejorado el grupo que ha sido determinante a la hora de ser lo más regulares por la amplitud de los jugadores utilizados. Evidentemente todo ello comandado por Miguel Ángel Villafaina y el resto de cuerpo técnico, que le han dado la profesionalidad necesaria para haber conseguido el ascenso...¡Espectacular!

- Usted accedió a la presidencia en Segunda B y tras jugar dos promociones a Segunda A, se encontró con un descenso ¿Por qué ha costado tanto recuperar la categoría?

No es fácil jugar una promoción de ascenso y mucho menos ascender, por lo que hay que valorar más lo que se ha conseguido, estando además en uno de los grupos más difíciles de Tercera División. Es por ello que debemos valorar lo conseguido y saber que ahora mismo tenemos que ser fuertes en Segunda B para no perder lo que tanto ha costado.

- ¿Es más complicado gestionar la Tercera División que la Segunda B?

La diferencia no la encuentro en la gestión entre una categoría y la otra. Es más la situación en la que se encontraba el club cuando empezamos, más las piedras que nos han puesto en el camino, que la diferencia de gestión en la categoría.

- Desde que el club descendió a Tercera División, han desfilado por el Orihuela numerosos entrenadores y parecía que no se daba con la tecla adecuada para alcanzar el éxito ¿Qué cambió la llegada de Miguel Ángel Villafaina la pasada temporada?

Hay entrenadores que nunca tenían que haber pasado por el Orihuela, gente que aprovechó esos momentos en los que el club buscaba la estabilidad antes mencionada y que no ayudó en nada. La llegada de Villafaina ha sido determinante en la consecución del ascenso, él ha ido creciendo como entrenador y hoy en día en comparación de cuando el llegó, es mejor, a la par que el equipo también ha ido creciendo.

Es por ello que siempre hay que estar alerta para detectar "bultos sospechosos" para expulsarlos lo antes posible y arropar a los profesionales de este deporte, como nuestro entrenador Miguel Ángel Villafaina. Es una máquina, este se arropa solo.

- Villafaina tiene un año más de contrato ¿Le pedirá que lo cumpla dirigiendo al equipo en Segunda B?

Es nuestro entrenador, sabemos que los números conseguidos esta temporada en tercera no se van a repetir y que al igual que en tercera partíamos en la cabeza de favoritos, ahora en Segunda B tenemos que buscar el hacernos con la categoría, y la persona adecuada está en nuestro banquillo.

- ¿Qué opinión le merece la respuesta de la afición oriolana a una temporada de récords?

El número de aficionados se ha ido incrementando con el paso de la temporada y culminado con el lleno histórico en el partido del ascenso. La verdad, ya lo dije antes, fue a la par la emoción del ascenso como el lleno en el Campo de Los Arcos.

- ¿Qué objetivos se plantea para la nueva categoría?

Tenemos que hacernos con la categoría lo antes posible, ha costado mucho volver, vamos a buscar nuestro sitio en segunda B, sabiendo que tenemos que ser conscientes del nuevo rol que vamos a tener, muy distinto al que tuvimos en la Tercera División.