El ascenso del Orihuela llegó el 2 de junio, pero es ahora, casi mes y medio después, cuando el equipo empieza a rodar por primera vez en la categoría de bronce a todos los efectos. La plantilla escorpión volvió el lunes de las vacaciones para tener la primera toma de contacto de la pretemporada con el cuerpo técnico que sigue encabezado por Miguel Ángel Villafania. Y ayer ya se pudo observar un trabajo físico más intenso que deja ver que el club se encuentra en plena pretemporada y que los jugadores ya saben lo que es el sudor de la Segunda B.

El Orihuela ha elegido el campo de fútbol de la pedanía de San Bartolomé para llevar a cabo los primeros entrenamientos como equipo de bronce. Allí se pudo observar durante la sesión de trabajo una novedad no anunciada: la presencia del exatacante del Hércules, Manuel Gato, que está entrenando con los oriolanos a la espera de ser fichado por algún equipo de Segunda B de la provincia o zonas cercanas.

Gato es un delantero centro de 35 años que ha jugado en Albacete, Alcoyano, Alicante, Hércules, Pontevedra y Sabadell. Actualmente no tiene equipo y pidió al Orihuela entrenar con su plantilla para no perder la forma mientras espera ofertas. De momento, el club de la Vega Baja no se ha planteado ficharlo porque las plazas de mayores de 23 años las tiene todas cubiertas. Su posible incorporación supondría la salida obligatoria de otro futbolista.

Al margen de la presencia de Gato, se echó en falta el gran fichaje, el exherculano Chechu Flores, que se incorporará a las sesiones hoy, al contar con permiso del club para resolver unos asuntos personales. El resto de la plantilla no faltó a la cita y se ejercitó en una primera toma de contacto con balón. Se prevé que a lo largo de la semana se vaya acrecentando la intensidad del trabajo para llegar en unas condiciones aceptables al primer partido amistoso de pretemporada que será este sábado en Campoamor ante el filial del Hull City inglés.