La Federación Española de Fútbol dará a conocer hoy qué equipo sustituirá al Reus en el grupo III de Segunda B, toda vez que el club tarraconense fue eliminado de la competición antes de que esta arranque debido a sus gravísimos problemas económicos, que ya le impidieron finalizar la temporada pasada.

Los clubes interesados debían depositar 452.000 euros (deuda contraida por el Reus) en la Federación Española de Fútbol y uno de los tres que lo ha hecho es el Intercity Sant Joan, que de la mano del empresario alicantino Salvador Martí logró el pasado curso el ascenso a Tercera y que antes de año cotizará en bolsa (ningún equipo en España lo ha hecho hasta la fecha).

Pero en principio el Intercity Sant Joan parte como el tercero en discordia y el que menos posibilidades tiene de ascender en los despachos a la categoría de bronce, ya que el Andorra y el Zamora parten con ventaja. El primero, cuyo dueño es el jugador del Barcelona Gerard Piqué, también ascendió a Tercera el curso pasado, si bien está adscrito a la Federación Catalana y este factor podría ser decisivo.

Por su parte, el Zamora es el que más méritos deportivos acumuló ya que acabó como líder en su grupo de Tercera.

El viernes finalizó el plazo para que los clubes interesados desembolsaran los 452.000 euros, una cantidad prohibitiva en el fútbol amateur, lo que provocó la reacción airada del Hospitalet, legítimo dueño de esa plaza por méritos deportivos y geográficos. Su presidente llegó a suplicar públicamente al resto de entidades para que se retiraran de «esta puja indigna e injusta». La petición cayó en saco roto y la Federación comunicará hoy oficialmente si Andorra, Intercity o Zamora ocupan la plaza del Reus en el grupo III, donde se encontrarán con el Hércules y los recién ascendidos Orihuela y La Nucía.

Salvador Martí, dueño del Intercity, siempre asumió con resignación que la posibilidades que tenía su club eran reducidas. «Nunca hemos escondido nuestro deseo de seguir dando pasos para llegar al fútbol profesional, pero en este caso parece que somos los últimos de la cola. Lo intentaremos pero conscientes de que las posibilidades son remotas», señaló Martí a este diario hace unos días.