ProLiga, la asociación que reúne a 260 clubs de Segunda B y Tercera División de fútbol, ha presentado denuncia ante el Consejo Superior de Deportes por un presunto abuso de autoridad de la Real Federación Española de Fútbol en la solicitud de los derechos de televisión a los clubs de Segunda B y Tercera. A juicio, de ProLiga en la Comisión Delegada de estas dos categorías que se celebra este martes se limita «injustificadamente» a los clubs el derecho a comercializar sus derechos de imagen.

Según ProLiga, la RFEF podría expulsar de las competiciones o no conceder subvenciones a aquellos clubes que no acepten ceder a esta Federación sus derechos audiovisuales para su comercialización, reconociendo su titularidad exclusiva.

Por ello, Proliga ha solicitado la incoación de un expediente disciplinario contra la RFEF por la presunta comisión de una infracción «muy grave» según la Ley del Deporte de 1990 y el Real Decreto de 1992 sobre disciplina deportiva al considerar un «auténtico abuso de autoridad» de la RFEF, de su presidente, Luis Rubiales, y del secretario general, Andreu Camps. ProLiga recordó a la RFEF que «su imposición es contraria a los recientes informes emitidos por Competencia y también a la Ley de Defensa de la Competencia y Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea».

Consentimiento

En este sentido, señaló que el informe de 18 de julio de la CNMC indica que en las competiciones futbolísticas no profesionales, cuyos derechos audiovisuales podrán ser explotados y comercializados individualmente por los clubes, titulares de estos, o a través de terceros, «necesitarían el consentimiento del club».

Asimismo, ProLiga ha elevado al CSD y a la CNMC las presuntas irregularidades que pretende aprobar este martes la Comisión de Segunda B y Tercera de la RFEF sobre su «única titularidad» como reguladora de las competiciones no profesionales, «vulnerando el artículo 33 de Ley del Deporte, e incluso sus propios estatutos federativos».