Después de seis temporadas corriendo de profesional en las filas de la escuadra navarra, el Caja Rural RGA anunció de forma oficial en la mañana de ayer que Antonio Molina (Jávea, 4 de enero de 1991) no renovará su contrato para el próximo curso. El alicantino causa baja en este equipo junto a otros ocho hombres: Alex Aranburu, Alan Banaszek, Sergei Chernetskii, Domingos Gonçalves, Sebastián Mora, Mauricio Moreia, Sergio Pardilla y Nelson Soto.

Molina, que dio el salto al profesionalismo en el año 2014 con el equipo Caja Rural-Seguros RGA, sufre una endofibrosis de la arteria iliaca externa de su pierna izquierda que lo ha tenido fuera de las carreteras la mayor parte de la campaña que finaliza ahora. La lesión, que le obliga a abandonar el ciclismo le provoca un hormigueo en la pierna, calambres y pesadez. Dicha sensación se denomina síndrome de «las piernas muertas». Fabio Aru, Sam Oomen, Antoine Duchasne o Pauline Ferrand-Prévot son algunas de las últimas víctimas profesionales de una lesión que aqueja especialmente a los ciclistas. En 2018 fue sexto en al Ruta de Occitania y 15º en el Tour de Noruega. Debutó en esa campaña en la Vuelta Ciclista a España. En 2019 se esperaba su explosión como corredor, tras años evolucionando, pero esta lesión le obliga a dejar el ciclismo de competición.

Valverde defiende el maillot

Por otra parte, el ciclista murciano Alejandro Valverde intentará hoy volver a estar en la pelea por el podio de la prueba en línea de los Mundiales de Ciclismo en Carretera que se están disputando en Yorkshire (Inglaterra) y tratar de defender el maillot arco íris que logró hace un año en Innsbruck (Austria). El veterano corredor murciano puso fin el 30 de septiembre de 2018 a seguramente su sueño más perseguido: ser campeón del mundo. El del Movistar Team llevaba persiguiendo el arco iris prácticamente desde que se dio cuenta que tenía grandes condiciones para conseguirlo, allá por el 2003 cuando fue subcampeón del mundo por detrás de su compatriota Igor Astarloa.

El reto le llevó muchos años y le llegó a una edad (38 años) en la que parecería improbable, y tras haberse lesionado de gravedad en el Tour de Francia de 2017.

Seis medallas, dos platas y cuatro bronces, y bastantes sinsabores, aderezaban hasta entonces la carrera mundialista del de Las Lumbreras, que por fin pudo llorar de alegría cuando batió el año pasado a sus tres rivales en el sprint final.