La fiesta del fútbol sudamericano de Alicante se saldó con un cero a cero y una veintena de detenidos por diversos altercados antes del inicio del encuentro entre Colombia y Chile, que reunió ayer a unas 19.000 personas en el estadio Rico Pérez. Las riñas se sucedieron hasta esta pasada madrugada en la que la Policía detuvo a 11 colombianos más por peleas por el centro y por la zona del puerto con persecuciones con palos, elevándosa a una veintena el saldo final de detenciones.

A las nueve de la mañana una decena de agentes de la Policía Local detuvo a nueve colombianos por agredir a un hincha chileno, al que le partieron la ceja en las inmediaciones de la estación de autobuses. Conforme se acercó la hora del partido la ciudad se tiñó de color amarillo (la mayor parte de la afición fue colombiana), pero también de varias peleas entre aficionados, que obligaron a la Policía a intervenir y las detenciones y las incautaciones se fueron sucediendo.

En los aledaños del estadio, la Policía Local requisó por la tarde dos destornilladores, tres cuchillos de cocina y una llave inglesa y los detenidos pasaron a manos de la Nacional, que paralelamente había sofocado una refriega entre aficionados de ambos países que terminó con varios heridos leves. Durante esos prolegómenos del encuentro las fuerzas de seguridad requisaron varios cúteres, más destornilladores y también cuchillos. Además, impidieron el acceso a varios aficionados que trataban de acceder al Rico Pérez sin entrada.

En definitiva, la Policía Nacional detuvo, al margen de las nueve de por la mañana, a otras cuatro personas por daños y atentado y por un delito de salud pública. En total, las fuerzas de seguridad el Estado levantaron hasta ocho actas por tenencia de sustancias estupefacientes, cinco por portar armas en la puerta del estadio, así como varias más por invasión de campo y por estado de embriaguez.

La pasada semana la Comisión Antiviolencia había declarado el partido de ayer de alto riesgo y en los alrededores del estadio hubo cierta confusión porque un grupo de aficionados quedaron fuera del estadio con el partido empezado, en las puertas de Fondo Sur, a la espera de ser cacheados. La Policía, junto a la seguridad del estadio, incautó una veintena de bengalas, así como algún machete y varios tornillos.

Dentro del estadio, eso sí, la normalidad imperó durante los 90 minutos y no hubo altercado alguno, en un recinto teñido de amarillo y un Rico Pérez en torno a los tres cuartos de entrada. Sólo al terminar el partido, una decena de jóvenes trataron de burlar a las fuerzas de seguridad del estadio al saltar al césped en busca de un abrazo de sus ídolos.

19.000 hinchas de toda España

Durante todo el día de ayer el centro de Alicante se tiñó de banderas y camisetas de Colombia, principales animadores de un encuentro que poco ofreció en cuanto a lo futbolístico. Pese a que en la provincia residen más de 50.000 colombianos, la selección de Carlos Queiroz estuvo acompañado por hinchas venidos de todas las partes de la Península; principalmente de Valencia y de Madrid.

Por su parte, Chile, que también tuvo representación en las gradas del estadio alicantino, tuvo el aliento de compatriotas residentes en Zaragoza, Mallorca, Barcelona, Valencia y Madrid. Y así lo reflejaron en grandes pancartas que poblaron las gradas de un estadio casi a rebosar. Sólo la grada de Tribuna Alta lució filas vacías, pero el resto del Rico Pérez lució repleto para las cámaras de toda Sudamérica.

En el campo, estrellas de la talla mundial de Alexis Sánchez, Claudio Bravo, Arturo Vidal y Juan Cuadrado pusieron el poco fútbol de nivel que hubo sobre el césped. El partido se trabó con muchas faltas y sólo Colombia apretó al final del encuentro. En la grada, mucha gente del fútbol como los exfutbolistas Edwin Congo y Carlos «La Roca» Sánchez o los directores deportivos Sergio Fernández y Alejandro Varela, entre otros.