El ciclista de Beniarrés, Iñaki Gozálbez, deshoja la margarita de la retirada como ciclista en activo del Mutua Levante después de ocho campañas en las que ha sido un ejemplo de compañerismo y trabajo desinteresado. Muchos de los triunfos conseguidos por compañeros como Eusebio Pascual llevan su firma. Una lesión frenó su trayectoria y pronto supo que su sitio era el de ayudar al equipo sin reparos. Ese afán diario porque al de al lado no le falte de nada le ha llevado a compaginar en los últimos años su tarea como ciclista en la categoría élite con la de mecánico de Felipe Orts, tanto en el calendario nacional como en el internacional, con el que lleva tres años en el mundo del ciclocros viendo la evolución meteórica del corredor de la La Vila. Bien se puede decir que cuando empieza la temporada de ciclocross se convierte en su auténtica sombra.

Gozálbez está orgulloso de su tarea y no duda en afirmar"en que aquí se trabaja por y para él". Lo que se trata es que "a Felipe no le falte de nada y esté lo mas contento posible. Cosa que no resulta difícil ya que es muy agradecido y se adapta muy bien a todo". Considera que "despues de tres años juntos hemos formado un grupo muy bueno y somos como una familia. Una victoria suya nos alegra y nos hace mejorar a todos". Entiende que al final son muchos días fuera de casa y "la relación es de amigos".

Iñaki destaca de Felipe Orts, campeón de España de ciclocross, "su cercania con las personas y su humildad, pero, al mismo tiempo, su ambición por mejorar siempre, sin olvidar que posee una técnica y unas condiciones espectaculares para el ciclocross. Yo pienso que puede llegar a estar en el top 10 de la Copa del Mundo a corto plazo e incluso más arriba. Este año creo que lo vamos a ver con un puntito más cerca de los mejores que el año anterior".

Siempre a su lado

"Mi trabajo consiste principalmente en prepararle todo el material para que compita al 100% el día de la carrera y el estar en el box por si se produce algún percance solucionarlo lo mas rápido posible", señala Gozálbez cuando se le pregunta por su trabajo antes de explicar que "para las competiciones le preparo 3 bicis normalmente, y, dependiendo de las condiciones del circuito, un tipo de rueda diferente. Si hay mucho barro normalmente usa las tres y si está seco con una suele hacer toda la carrera, a no ser que sufra alguna avería".

El alicantino llegó a ejercer de mecánico "por casualidad". Competía en ciclocross y le gustaba la modalidad y "hace tres años me dijeron de ir a echar una mano a una prueba de la Copa del mundo en Alemania y luego me tuve que estar durante mas carreras. Poco a poco fui cogiendo experiencia y ya es parte de mi trabajo hasta el dia de hoy".

Esta temporada ha estado en Estados Unidos disputando cinco carreras, dos de la Copa del Mundo, junto a Felipe Orts. Tras unas semanas en casa ya tiene de nuevo las maletas preparadas. Este fin de semana compite, los días 20 y 22, en Berna y en el XIX Kiremko Nacht van Woerden. A continuación, regresará a España para correr en Llodio y Elorrio. La temporada no ha hecho nada más que empezar y no hay tiempo para el relax.

El final de una etapa

Como ciclista Gozálbez tuvo la ocasión de competir con profesionales a principios de 2017 con el continental equipo argentino Italomat-Dogo. A mitad de campaña regresó a la estructura del Mutua. No ha conseguido ningún triunfo en el campo amateur. "Sí gané la Challenge de la Comunitat durante dos años, y uno la de carretera. También he tenido podios en generales de vueltas, pero ganar una carrera se me ha resistido". En el caso de colgar la bicicleta compaginará su trabajo al lado de Felipe Orts con el de mecánico del equipo de carretera de la escuadra de la Fundación Benicadell.