Ferrando respira... por fin. Después de ocho jornadas consecutivas sin un triunfo, los tantos de Titi, en la primera parte, y de Pedraza, en la segunda, le valieron ayer a La Nucía para recuperar el pulso a la competición y poner tierra de por medio con respecto al descenso, que ahora marca el Hércules, al que aventaja en ocho puntos después de 23 jornadas.

El de ayer, fue la continuación del enfrentamiento que ambos clubes vivieron el 19 de enero en la jornada 21 y que tuvo que ser suspendido a los 14 minutos por culpa de la tromba de agua que la borrasca Gloria descargó en el municipio de la Marina Baixa.

El margen de error se acortaba y la cercanía con el descenso empezaba a convertirse en una amenaza muy seria, de ahí la importancia de los tres puntos sumados. Sin ejercer un dominador claro, el cuadro de Ferrando aprovechó dos lances puntuales para firmar su primera victoria en nueve fechas. Después de un aviso de Miñano en el 22 con un disparo desde fuera del área, un segundo lanzamiento en la acción siguiente, en este caso defectuoso de Iván Forte, golpeó en el césped, cogió altura y acabó llegando a la cabeza de Titi, que desvió la dirección y sorprendió a Pau Torres mientras los compañeros del guardameta ilerdense reclamaban fuera de juego del delantero nuciero.

El juez de línea, muy bien situado, dio validez al tanto y los locales cogieron oxígeno, pero no el dominio del centro del campo, que siguió sin un controlador claro hasta el descanso. En ese tiempo, el tímido peligro que generaron ambos conjuntos fue de disparos lejanos y a balón parado. Ferrando elevó la línea de presión tras la reanudación y el cambio táctico no tardó en dar fruto. Un error en la salida de balón del Lleida, con una mala cesión al portero, la aprovechó Fran Moreno para internarse en el área, ganar la línea de fondo y fabricar una asistencia que Pedraza se encargó de convertir en el 2-0, también con la cabeza.

Desde ese instante, el Lleida trató de jugar directo para sacudirse la presión nuciera. Y bien por faltas laterales, bien por balones colgados desde las esquinas, los catalanes fueron encerrando a los locales en su campo. Pedraza cortó un avance por banda y el colegiado castigó la maniobra con amarilla. Marc Martínez se encargó de ejecutar la acción de estrategia. Envío la pelota a Oriol, que sin apenas perder tiempo en el control, buscó el corazón del área y allí encontró a Raúl, libre de marca, que bajó el balón, se lo orientó a la pierna derecha y batió por bajo a Óscar Fornés recortando distancias.

Restaban aún 25 minutos. Ferrando introdujo en el campo a Fofo y Agüero para no enviar un mensaje erróneo a su equipo, pero no logró ganar presencia ofensiva. El Lleida insistió en su idea de avanzar metros jugando por arriba y con la reiteración logró cercar la portería de La Nucía. Una triple ocasión de Bagayoko, Raúl y Trilles, todos de cabeza, obligaron a Fornés a emplearse. El encuentro murió con otro testarazo sin dirección de Trilles en el 93. La Nucía frena su caída y se sitúa 8 puntos por encima del descenso, que ahora delimita el Hércules.