13 partidos, siete triunfos, seis empates, cero derrotas. Eso son los orgullosos números que presenta La Nucía en el Camilo Cano en la temporada de su debut en Segunda División B. El Espanyol B se sumó ayer a la lista de equipos que, de momento, no han sido capaces de derrotar a los locales en su feudo.

El mérito de los hombres de César Ferrando es más que notable. Sirva como ejemplo que, a estas alturas de la competición, ningún otro equipo del Grupo 3 de la categoría está invicto en su estadio. Todo ello pese a ser un recién ascendido y, como ya se ha dicho anteriormente, debutante en la categoría de bronce.

El envite frente al filial «perico» no era sencillo para los nucieros, sobre todo teniendo en cuenta que los «B» se les estaban atragantando durante toda la campaña. De hecho, hasta este partido no había ganado a ninguno. Otro muro más que derriban en este año histórico.

La clave del choque estuvo en el primer cuarto de hora del segundo acto, en el que se produjeron las cuatro acciones decisivas que decantaron la balanza a favor de los de Ferrando. La primera de todas fue la expulsión de Pol Lozano justo al volver del descanso, tras ver la segunda amarilla al llegar tarde a un balón dividido y golpear a Forte.

Poco después, César Ferrando ordenó la entrada de Fofo el terreno de juego. Este segundo movimiento desencadenó los otros dos decisivos, ya que el talentoso mediapunta rojillo fue el autor de los goles del choque. En el que abrió la lata fue protagonista casi total, ya que robó en campo contrario, abrió a la derecha para Titi y remató perfectamente de cabeza su medido centro para «besar» la red rival.

Con la tranquilidad del 1-0, el segundo apenas tardó seis minutos en llegar. El autor fue nuevamente Fofo, pero esta vez gran parte del mérito correspondió a Agüero, que condujo con velocidad una buena contra. Su remate desde la frontal del área se encontró con la mano de Pujol y el colegiado decretó pena máxima. Fofo se olvidó de Panenka y definió con firmeza, engañando al meta espanyolista.

Quien viera sólo el segundo tiempo del encuentro podría pensar que la victoria de La Nucía fue coser y cantar. Sobre todo porque, con 2-0, frente a diez rivales y con casi media hora por delante, los locales no se pusieron nerviosos en ningún momento y supieron controlar el choque. El Espanyol B sí pecó de precipitación y, de hecho, en el tramo final rondó mucho más el 3-0 que el posible 2-1.

Sin embargo, la primera parte había dejado un enfrentamiento muy disputado entre dos escuadras con claras intenciones de llevar el dominio de la partida a través de la posesión de balón y el juego combinativo. De hecho, el filial empezó mejor sobre el césped, metiendo en su campo a La Nucía durante el primer cuarto de hora. Fruto de ese dominio llegó la primera ocasión del duelo. Tras una salida errática de Fran Moreno y Forte, Pol Lozano se quedó el esférico y trató de sorprender a Óscar Fornés, pero su tiro cruzado se marchó fuera por poco.

Los rojillos respondieron con firmeza al mejor inicio visitante e igualaron el casillero de ocasiones tras un remate alto de Titi, a gran nivel durante todo el encuentro, después de un centro de Cabezas. Poco más tarde, estos dos protagonistas se intercambiaron los papeles y fue el extremo el que trató de finalizar, sin éxito, una buena acción individual del «9».

La alternancia del juego dejó también una buena intervención de cara a la galería de Fornés, bastante «palomitera» (con perdón de la expresión) para responder a un tiro lejano de Pau Martínez. Tras ese córner llegó la jugada más rocambolesca, casi de «Humor amarillo». El riego del césped fue justo, pero dio un vuelco a los corazones de ambas escuadras. En un balón largo, primero resbaló Adrián López cuando se disponía a salir a controlarlo, dejando vía libre a Cabezas para encararlo. Sin embargo, el atacante nuciero también acabó por los suelos, tras otro resbalón.

La comodidad del 2-0 incluso permitió el debut de Javi Martín en La Nucía. El joven futbolista, fichado del Azuqueca en el mercado invernal, disfrutó del último cuarto de hora del choque y dejó detalles. Aunque, sobre todo, pudo vivir la buena conexión que tiene su equipo con el Camilo Cano, que mantiene su categoría de invicto. Los alicantinos ya suman 35 puntos y dan un paso firme hacia el objetivo de la permanencia, ya que el «play-out» queda a 10 de distancia y la zona de descenso a Tercera División a 12. La pena es que los de Ferrando no puedan jugar siempre en su hogar. De ser así podrían competir por cotas mayores.