El deporte no puede esquivar la realidad. Tras seis días de estado de alarma por la pandemia del coronavirus, las empresas alicantinas ya han presentado más de 1.200 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que han afectado a más de 8.600 trabajadores. Los clubes deportivos de la provincia, que hoy cumplen dos fines de semana de inactividad, han visto en esta medida un alivio para reajustar unas cuentas que comienzan a hacer aguas.

El Hércules, que afronta esta temporada su curso más costoso a nivel económico en esta etapa en Segunda División B, ya ha decidido que acudirá al organismo laboral competente en los próximos días para ejecutar un ERTE que afectará a la plantilla y a una gran parte del resto de sus trabajadores. El club alicantino, propiedad de Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, encara, como el resto de equipos españoles, su segundo fin de semana sin competición y durante el tiempo que el país permanezca en estado de alarma sus ingresos serán cero.

El presidente del Hércules, Quique Hernández, fue ayer más prudente en declaraciones a Efe y solo aseguró que el club alicantino tiene la obligación de estudiar la posibilidad de aplicar un ERTE en su plantilla ante la situación creada por la crisis sanitaria del coronavirus. «Como todo el fútbol que se encuentra en esta situación, nosotros también tenemos la obligación de estudiar esta posibilidad», dijo el dirigente herculano.

El ERTE es, en definitiva, la adopción por parte de la empresa de una suspensión temporal de la relación laboral con sus trabajadores. Esta medida, no obstante, asegura el puesto de trabajo a los afectados una vez concluya el plazo. Por tanto, no se contempla que los futbolistas implicados no terminen la temporada, en el hipotético caso de que se reanude. El Hércules pretende garantizar que todos reanuden su actividad cuando el Gobierno decida suspender el estado de alarma.

La decisión que va a adoptar el Hércules en los próximos días (falta únicamente la cuestión burocrática) la comenzaron a mediados de esta semana clubes como el Huesca de baloncesto, que compite en LEB Oro, o el Ademar León de balonmano, de la categoría Asobal. En el fútbol, el primero que optó por el ERTE en medio de esta crisis del coronavirus fue el Castellón, también de Segunda B como el Hércules y del mismo grupo.

No fue el único porque a lo largo del día de ayer se unieron la Balompédica Linense y el Atlético Sanluqueño, ambos del grupo IV. El resto de equipos de la categoría de bronce están estudiándolo seriamente y los comunicados se irán sucediendo en los próximos días. El Castellón asegura que cubrirá la totalidad de los acuerdos pactados económicamente con sus empleados y cubrirá el resto de las cantidades que restan, contando el subsidio por desempleo que percibirán tanto futbolistas como empleados de la entidad, según adelantó el periódico Mediterráneo de Castellón.

Los otros dos clubes de la provincia de Segunda B, La Nucía y Orihuela, guardan por el momento silencio. El Elche, en una realidad aparte, alejado del fútbol modesto, no quiso dar demasiadas pistas ayer a través de Patricia Rodríguez, su directora general: «Poco voy a comentar sobre eso. Cada club es una entidad privada y puede obrar en consecuencia como lo crea oportuno. Ayer [por el jueves] tuvimos una reunión de LaLiga de más de tres horas por videoconferencia en la que se hablaron y plantearon muchas opciones para ver las distintas alternativas, pero lo único que se hizo fue exponer ideas. Se está trabajando en todo momento por intentar acabar la competición con la mayor normalidad posible dentro de las circunstancias que tenemos».

Toni Gallego estudia el caso

Fuera del fútbol, el Lucentum tampoco sortea la crisis con este parón por el coronavirus y ayer su presidente, Toni Gallego, comunicaba a este diario que están analizando la situación, aunque todo indica que acabarán optando por el ERTE: «Los asesores están estudiándolo todo, haremos todo lo que nos digan y afectaría no solo al primer equipo, sino para toda la Fundación Lucentum». «Si esta situación se alarga, lo normal será hacerlo, ya que se trata de reflejar la realidad, y tal y como pone el BOE de la declaración de estado de alerta, las entidades deportivas estamos obligadas a parar toda actividad, pero queremos agotar plazos por el escenario tan cambiante que hay en estos momentos», apuntó Gallego.

El deporte más azotado por el ERTE es el balonmano, en el que tres equipos de Asobal (Valladolid, Ángel Ximénez y Ademar) ya se han acogido a la medida. El Benidorm, flamante finalista de Copa, todavía no ha adoptado una decisión firme respecto al tema. «Estamos enterados de que algunos clubes ya lo han presentado, pero nosotros estamos estudiando todas las opciones, que no son muchas pero hay que valorarlas», apuntó Javier Abínzano, presidente del club.

Por otra parte, Álvaro Cabanas, jugador del Benidorm y presidente de la Asociación de Jugadores de Balonmano, aseguró que en el colectivo hay «mucha incertidumbre» y que están «expectantes»: «Se trata de una opción legal y es muy probable que los clubes acudan a ella, puede ser la solución menos mala».