Antonio Valls era sinónimo de deporte y sacrificio. Un trabajador ejemplar que lo dio todo por su gran pasión en múltiples facetas a lo largo de los años. Desde deportista, dirigente, hasta impulsor de la construcción de instalaciones deportivas. Su trayectoria le valió para ser reconocido por el Consejo Superior de Deportes con la prestigiosa medalla de plata. A sus 90 años se marcha un símbolo del deporte alicantino que da nombre a la Ciudad Deportiva tras un homenaje que le realizó el Ayuntamiento de Alicante en 2013, un Consistorio que conoció a la perfección, ya que entró a trabajar en él en 1955 desempeñando varias cargos entre los que destaca el de gerente del Patronato Municipal de Deportes durante varios años.

Uno de sus grandes legados fue el primer impulso para la construcción de la Ciudad Deportiva para que Alicante tuviera por fin su primer polideportivo. Fue una válvula de oxígeno para el deporte alicantino y Valls se sentía especialmente orgulloso de su creación. Años después, la instalación ha pasado a tener su nombre con todo merecimiento.

En la instalación alicantina hay una reproducción de la placa con la denominación. Valls tiene además la medalla de plata del Consejo Superior de Deportes y es licenciado en Educación Física, asignatura que impartió en el colegio de los Hermanos Maristas de Alicante. Los que le rodean siempre lo han definido como un «trabajador incansable».

Seguidor del Hércules al que trataba de seguir siempre que podía, fue practicante durante toda su vida de varios deportes, ya que era su gran pasión. Uno de ellos fue la natación. Hasta no hace muchos años acudía a nadar a la piscina de Maristas, una de las actividades que mejor le hacía sentir.

Generoso, trabajador y humilde son los calificativos más utilizados para definir la personalidad de Antonio Valls, una persona que ha dejado huella en la historia del Patronato Municipal de Deportes. El acto de 2013 en el que el Ayuntamiento le homenajeó sirvió para agradecer toda una vida dedicada al deporte. Allí, Ana Isabel Valls, hija del homenajeado, también le quiso dedicar unas palabras a su padre, a quien describió como un «trabajador incansable». «Toda una vida de trabajo ha dado sus frutos», señaló en un acto con más de cien personas y en el que Antonio se emocionó con las múltiples muestras de cariño.

Adiós a un dirigente efectivo que ha dejado huella.