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Punto y aparte

El Everest nunca estuvo tan cerca

Montañistas alicantinos realizan un reto para simular que escalan las 14 cimas más altas del mundo desde casa

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Montañistas alicantinos simulan que escalan el Everest desde casa

Si alguna lección ha podido enseñar este confinamiento a causa del covid-19 es que el ser humano puede amoldarse a situaciones inusuales y explotar al máximo su creatividad. Que se lo digan a Ramón David Roca, alicantino experto en multiaventura que ha movilizado a cerca de 30 montañistas de varios puntos del país, la mayoría de la provincia, para simular desde casa que escalan las 14 cimas más altas del mundo. Desde su blog Envelope's Team propuso la «subida» al Everest. Este fue el comienzo de un desafío que arrancó tras decretarse el estado de alarma con la idea de motivar a aquellos aficionados y expertos de la espeleología en unos tiempos difíciles. El contacto con la naturaleza ha sido ausente y las casas se han convertido en un refugio, aunque para mantener la mente activa los deportistas se han reinventado y para ello han combinado elementos rudimentarios como libros, escalones o escaleras metálicas apoyadas en cajas y otras de madera que suben a buhardillas para simular la escalada.

Araceli López ha sido una de las que ya han superado el primer reto. Esta profesora alicantina de Educación Física y miembro del club de montañismo de Carcaixent, donde actualmente reside, participa porque le encanta tener objetivos marcados y era una buena manera de entrenar en confinamiento, «pero nunca pensé que subir y bajar escalones fuese tan divertido». Las llegadas a cumbre las ha simulado con su marido y sus dos hijos. Se las ingeniaron para representar las dificultades de un alpinista con avalanchas de nieve incluidas o la tranquilidad en los campamentos base donde tomaban bebida caliente en un termo. Tanto tiempo encerrados en casa le ha servido para acabar el Everest y a continuación se puso con el K-2, el l'Hotse, el Kanchenjunga y ha terminado esta semana su quinto ochomil con el Makalu. Apunta en una tabla los desniveles que hace, ya que Roca les facilitó en el blog las equivalencias, que serían 98.310 escalones aproximados de subida y de bajada para simular los 8.848 metros de altura del Everest si lo enfrentan desde la cota 0 a nivel del mar, que era la particularidad del desafío.

«Puede parecer que subir escalones es monótono, pero mi experiencia es que ha abarcado a toda la familia y eso es muy bonito», asegura esta alicantina. En agosto esperaban ir a Perú para intentar coronar con su marido Manaslu, la octava montaña más alta del mundo. Relata que este sueño se ha truncado debido a la crisis sanitaria, pero asegura que esta preparación en casa le ha servido para probar con más ganas y guardar en la mochila nuevas experiencias, a parte de todas las expediciones que ha realizado en los últimos años como el Cervino o el Eiger gasherbrum 2, en Pakistán, donde llegó hasta el campo 2 por las condiciones climáticas.

Esta experiencia ha servido para unir a montañistas desde la red ya que entre ellos se insuflan ánimos. El reto «Everest in door» culminará cuando se levante el estado de alarma y ya lo han realizado 16 de los 27 participantes. «El giro a los 14 ochomiles in door vino después porque nos hemos puesto fuertes y es complementario a nuestras actividades deportivas y de montaña para mejorar físicamente y refortalecer» asegura Roca, que explica que para este nuevo reto se alargará en el tiempo y cada uno lleva su ritmo dependiendo de su forma física y la conciliación laboral y familiar.

José Antonio Alejo es otro de los participantes, que además les ha asesorado a nivel técnico para realizar esta travesía entre cuatro paredes ya que fue el primer alicantino que hizo cima en el Everest en 2011. En 1990 realizó su primera expedición con sólo 16 años y asegura que la subida a la cumbre más alta del Planeta no tiene nada que ver con esta práctica en casa, «no están factores de altitud, el clima o el peso de la mochila, pero me quito el sombrero porque la dificultad es que se hace monótono. Es un escenario particular pero en esta época tan delicada hay que buscar una motivación, y lo pasamos bomba», expone este montañero.

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