No fue un partido más. No puede serlo un choque que inaugura una nueva rivalidad, más aún cuando los contendientes portan los escudos del Real Madrid y del Barcelona. Los dos gigantes del fútbol español relatan desde este domingo la historia de los clásicos también en femenino, dada la esperada apuesta del club blanco por equip0 femenino. Días de vida se le cuentan al proyecto blanco, al que la Primera Iberdrola da la bienvenida esta temporada. De más horas de vuelo presume el conjunto azulgrana. La adhesión a la estructura del club se produjo en 2002 y en 2015 abogó por su profesionalismo. La trayectoria en el último lustro resume la competitividad exhibida en el campo 11 de la ciudad deportiva de Valdebebas. Ganó por 0-4.

No hay nada que objetar a los méritos de las ganadoras. Combinaron paciencia y ambición para tumbar a sus rivales, aunque la guardameta madridista Misa Rodríguez se lo puso más difícil de lo que refleja el marcador. Sucumbió a un disparo de Patri Guijarro (min. 18), al infortunio que le acompañó en su autogol (min. 54), a una volea de Lieke Martens (min. 66) y un puntapié de Alexia Putellas (min. 75).

Ocurre que sus paradas hicieron que el resultado fuera más decoroso que el 9-1 o el 0-6 con el que el Barcelona sometió el pasado curso al CD Tacón, el proyecto del que brotó este Real Madrid; hoy con otro nombre, el novel terminó igualmente batido por este Barcelona ofensivo, voraz y dominador.

Su propuesta debe explicarse desde el mensaje que Putellas lanzó a sus compañeras en el corrillo previo al comienzo. «El éxito del año pasado ya está; no sirve. Solo sirve lo de ahora», insistió la jugadora durante la arenga, como queriendo olvidar la reciente coronación en la Primera Iberdrola y en la pasada Supercopa.