El Intercity no termina de encontrar el camino del gol. Ayer dejó vivo a un Hércules B que jugó 50 minutos con un hombre menos y que se parapetó en el área para sobrevivir a un bombardeo. Y lo consiguió.

El conjunto de Sant Joan, eliminado recientemente de la Copa Federación, se chocó ayer contra todos los elementos y estrenó la atípica temporada 20-21 con un empate a cero ante el filial blanquiazul que dirige Antonio Moreno.

El partido, con el morbo que conlleva ver el escudo del rutilante Intercity frente al del Hércules, comenzó de poder a poder: intenso, con ocasiones y con futbolistas de otra categoría. Sin embargo, quedó a medias. Abde, el jugador más desequilibrante del filial blanquiazul (y la promesa más firme del club) buscó siempre la diablura pero no encontró espacios en el apretado césped del Polideportivo de Sant Joan. El partido pegó un brinco en el 40', cuando Pomares agarró a un rival que se marchaba solo. Contacto leve, pero contacto. Roja.

El partido contó con público en las gradas y fue televisado. pilar cortés

Entonces fue casi una hora de partido de acecho local, dos postes y un sinfín de oportunidades desperdiciadas. Fue Andy Escudero el primero que se topó con la madera y después el hondureño Josué Villafranca el que desperdició una ocasión en el área pequeña, con el portero vencido, que envió alta. Entre tal bombardeo surgió la figura de Pablo Puig, el portero herculano, que se convirtió en el héroe de los de Antonio Moreno.

El choque era a puerta cerrada, no se vendieron localidades, pero el Intercity sí que repartió entradas para diversos compromisos. Se guardaron todas las medidas de seguridad.