Hay una ley no escrita en la universidad por la cual la primera clase, esa de presentación del curso, no se da, y la última, la del final, tampoco. Profes y estudiantes suelen invocarla en latín: Prima non datur et ultima dispensatur. La primera no se da; la última se dispensa. El HLA, con sus clases magistrales de baloncesto en cada partido, ha hecho suyo ese lema llevándolo al estreno de la LEB Oro. La primera no se da. No se regala.

Lucentum no iba a ponerle las cosas fáciles al Bàsquet Girona, el club de Marc Gasol recién ascendido a la categoría, demostrando que en esta competición las victorias no se regalan. El nuevo formato de la LEB Oro da mucho más valor a cada triunfo y bajo ese espíritu salía enchufadísimo el Lucentum en Fontajau, con dos triples de Llompart en dos minutos y el Chumi de siempre haciendo bandejas y reboteando por igual. A los cinco minutos, el equipo alicantino ya había metido 15 puntos jugando a placer, mientras Girona, con varios exlucentinos en pista, no terminaba de encontrar aro. El banquillo de Rivero se movía con alegría y nos dejaba un triplazo de Txemi en suspensión y los destellos de calidad de Pitts, que abrió y cerró el segundo cuarto con sendos tiros de tres. El americano recorría la pista con soltura, agrandando las distancias hasta un margen de once puntos que ya no volvería en el resto del partido. Varios parones técnicos con problemas en el marcador y muchos fallos de ambos lados marcaron un tercer cuarto en el que Girona se lo fiaba todo al tiro exterior con Busquets, Logan y Sàbat, reduciendo la brecha con Alicante en cada ataque. El HLA no lograba despegarse a pesar del gran partido de Txemi Urtasun y el acierto de Pitts con un triple sobre la bocina desde medio campo que, una vez más, nos hizo musitar un «no puede ser».

El nuevo formato de la LEB Oro da mucho más valor a cada triunfo y bajo ese espíritu salió enchufado el Lucentum

Pero MVPitts sabe que la primera no se regala, y a pesar del riguroso arbitraje con las antideportivas dejó claro que es un seguro de vida para Alicante. Galán hizo gala de sus recursos bajo el aro y en defensa con un tapón impresionante, y los empates en el marcador eran deshechos a base de triples o tiros libres. El final de la disputa, como nos tiene acostumbrados este club, fue de infarto: con 77 - 79 en el marcador y a falta de 39 segundos, Llompart aguantaba la posesión para asistir a Galán en el poste. Dos tiros libres del capitán dejaron el resultado final en 77 - 83 e hicieron buena la máxima latina: aquí la primera no se regala.