La resbaladiza montaña rusa de Portimao examinó las habilidades de los pilotos de Fórmula 1, que sufrieron con las curvas ciegas y las elevaciones de un circuito que se ha estrenado en la categoría reina del automovilismo con dos banderas rojas y el dominio del finlandés Valtteri Bottas (Mercedes).

Después de haber tenido que retirarse en la anterior prueba del campeonato, el GP de Eifel, por problemas con su unidad de potencia, Bottas ha llegado a Portugal dispuesto a recortar una distancia que parece insalvable (casi 70 puntos) respecto a su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton.

El finlandés no tuvo rival en las dos primeras sesiones libres del Gran Premio de Portugal, duodécima prueba del calendario, que han servido a los pilotos para reconocer un circuito que se las trae.

Algunos lo conocían, como Hamilton, de los test de la Fórmula 1 en 2008 y 2009 (aunque entonces tenía dos curvas más), otros también habían rodado en él en categorías inferiores, y todos lo habían intentado memorizar en los simuladores para llegar con la lección aprendida.

Sobre el complicado trazado del Autódromo Internacional del Algarve, sin embargo, no tardaron en aparecer las complicaciones por la falta de agarre de los monoplazas y el diseño de la pista.

Uno de los primeros en probarlo fue el español Carlos Sainz, sexto por la mañana y quinto en la sesión vespertina.

El piloto de McLaren abrió pista y marcó el tiempo de referencia en los primeros minutos del Autódromo Internacional del Algarve en la Fórmula 1 (más allá de los test de 2008 y 2009), aún con Hamilton en el garaje.

Sainz, primero con neumáticos duros y, posteriormente, con medios, fue el que más rodó en ese test matinal en el resbaladizo asfalto luso. Sumó kilómetros para probar piezas, mejorar la configuración para el Gran Premio y grabar el circuito en su memoria.

El español trasladó pronto por radio que el coche patinaba muchísimo y el neerlandés Max Verstappen al dar gas. Vendrían unos cuantos más a lo largo del día.

'Mad' Max, tercero en el Mundial, se quejó del 'set up' de su monoplaza, el monegasco Charles Leclerc también perdió el control de su Ferrari en la montaña rusa de Portimao, y lo mismo le pasó al Alfa del italiano Antonio Giovinazzi.

Hamilton tardó en aparecer por el box (la primera sesión libre llevaba ya más de diez minutos) y un poco más en rodar en pista. Sabe que lo tiene todo de cara para ganar el Mundial, así que no hay necesidad de arriesgar, menos en una práctica. En todo caso, no evitó un nuevo pulso con Bottas, triunfador esta vez.

El segundo clasificado del Mundial paró el cronómetro en 1:18.410 por la mañana, tres décimas mejor que Hamilton (1:18.749), con Verstappen (Red Bull) en tercer lugar (1:19.309).

Atento desde fuera de pista, estuvo Nico Hülkenberg, por si acaso, no fuera a ser que tuviera que pilotar como en el Nürburgring, donde había suplido a Lance Stroll (Racing Point), que reapareció en Portugal tras su positivo en Covid-19.

Fue otro de los pilotos que probaron las escapatorias del circuito de Portimao. Lo hizo, además, en las dos sesiones, aunque por la tarde se vio arrastrado por el coche de Verstappen.

En pista estuvieron también Romain Grojsean y Kevin Magnussen, que esta semana conocieron que no seguirán en Haas el próximo año. El equipo ha justificado el cambio de pilotos, en palabras del francés, por "problemas económicos".

Ferrari aprovechó el día para probar dos fondos, uno que da información para el año que viene, en que se reduce la carga en la parte trasera, y otro para ya. El monegasco Charles Leclerc fue cuarto en ambas sesiones libres, en las que un montón de vueltas fueron anuladas por superar el límite de pista en las curvas 1, 4 y 15. Ojo a la carrera.

Tras la pausa para comer, una accidentada segunda práctica en Portimao. De poco tiempo efectivo dispusieron los monoplazas para rodar.

La primera media hora fue reservada por Pirelli para probar los neumáticos de cara a 2021, que deben ser aprobados antes del 1 de noviembre. Más tarde, la primera bandera roja por un incendio en el Alpha Tauri del ganador del Gran Premio de Italia, el francés Pierre Gasly.

Algo desentrenados después de 24 años sin Fórmula 1 en Portugal, tardaron unos segundos en sofocar las llamas y un cuarto de hora en retirar el monoplaza de la pista.

El tiempo se echaba encima, muchos calzaron los neumáticos blandos para batir registros, y Verstappen se llevó por delante a Stroll en la entrada a la primera curva. 'Mad' Max pudo continuar la sesión a pesar del golpe. El Racing Point necesitó la grúa.

Entre todos esos contratiempos, Carlos Sainz (McLaren), firmó el quinto mejor tiempo, a algo más de un segundo del finés y peor que su compañero de equipo, Lando Norris

En todo caso, el español acabó la sesión tres posiciones por delante del campeón del mundo y líder del Mundial Lewis Hamilton (Mercedes), que el domingo buscará su victoria 92 en Fórmula 1 para desempatar con Michael Schumacher y ser hombre-récord.