Cristina Lazarraga (Madrid, 1993) surca las olas de los cinco continentes con dos objetivos: convertirse en la primera campeona del mundo y defender el papel de la mujer en este deporte que todavía es un desconocido en España. Alicante es su paraíso y en aguas de la Costa Blanca ha encontrado un especie de paraíso particular para lograr imponerse a sus contrincantes -siempre en masculino- de un sinfín de países. Acompañamos a la vigente subcampeona de Europa en su entrenamiento frente al emblemático hotel Montíboli de Villajoyosa en toda una exhibición de fuerza y técnica a más de 90km/h. Nació en Madrid, pero desde pequeña veranea con su familia en Altea, municipio que ha elegido para sus entrenamientos en el mar Mediterráneo.

P. ¿Cómo valora este 2020?

Ha sido raro. Comencé el año operándome de una lesión bastante grave en el brazo, después vino el confinamiento y la prohibición de entrenar, y aunque mi objetivo era revalidar el título del año pasado, ir a un campeonato de Europa y lograr la plata está bien, pero, sin duda, no es lo que esperaba. Tuve un fallo en la primera carrera, me descalificaron en esa manga y el sumar cero puntos me penalizó para el resto del campeonato, teniéndome que conformar con el segundo puesto.

P. Aunque agridulce, ¿cómo describiría la experiencia?

Emocionante, ese ha sido el principal valor añadido de este europeo que se ha celebrado entre Hungría y Polonia durante 14 días, pues ha supuesto el reencuentro entre todos los pilotos después de mucho tiempo. El año pasado estuve en 16 país participando en 14 competiciones, este año he competido solo en 2.

P. ¿Cómo le ha afectado el covid-19?

Ha supuesto un retroceso importantísimo. En otros países los pilotos han podido seguir entrenando en todo momento, nosotros no. Lo que más me ha trastocado personalmente es la cancelación del mundial ya que este año por primera vez iba a haber una categoría exclusivamente de mujeres, algo por lo que he luchado mucho y hubiese marcado un antes y un después de la mujer en la moto náutica.

P. ¿Por qué son tan pocas mujeres?

Pese a que la Federación Española siempre nos apoya convocando la categoría, solo somos dos mujeres en toda España las que nos apuntamos y al final acabamos compitiendo contra los hombres. Al tratarse de un deporte de motor siempre somos minoría de mujeres, y si le sumas que es un deporte minoritario, tenemos todos los ingredientes. Entonces yo creo que, por mi parte, el objetivo no es solo hacer crecer el deporte a nivel mediático, que hace mucha falta en general, si no que así hacerlo accesible a muchas más mujeres, poco a poco.

P. ¿Cómo es el deporte de la moto náutica?

Es un deporte desconocido por completo, pero, en cambio, la moto de agua forma parte del imaginario colectivo. Es algo que todo el mundo ha visto en algún momento, va a hacer o sueña con hacer. Es un deporte maravilloso en el que se hace mucho ejercicio físico, disfrutas del mar de una manera diferente y tiene un extra en la enorme cantidad de adrenalina que te aporta. Además, es mucho más barato que otros deportes náuticos.

P. ¿Qué opina de los alquileres tan populares en nuestra zona?

Tenemos una relación de amor y odio. Por una parte, nos ha beneficiado y por otra perjudicado, y esa diferencia va en el tipo de persona que alquila la moto y el respeto que tiene al resto de personas que estamos en el mar. Hay gente que nunca ha cogido una moto, que la ve como un juguete, la coge y tiene accidentes. Esa actitud ha empañado la proyección de este deporte, pero a la vez, gracias a los alquileres, mucha gente ha tenido la oportunidad de montar en moto, probar y descubrir que merece la pena.

P. ¿Tienen el apoyo que merecen?

Hace unos años la moto náutica contó con el patrocinio de firmas de bebidas muy potentes que tenían incluso equipos oficiales llegándose a emitir las carreras en televisión. Cuando se retiraron estas marcas el deporte fue para abajo y se sumó una época en la que se concentraron muchos accidentes por el auge indiscriminado de los alquileres. El apoyo es complicado, para practicarlo incluso hay que recurrir a un vacío legal. Es un deporte federado, pero en cambio para entrenar hay que echar boyas para señalizar un circuito, y eso es ilegal.

P. ¿Por qué la provincia de Alicante?

Soy de Madrid, pero he veraneado toda la vida en Altea, incluso de pequeña pasé algunas temporadas. Sé que es difícil no estarlo, pero es que estoy enamorada de esta zona. El año pasado estuve viniendo todos los fines de semana cuando no tenía que competir. En febrero decidí que me vendría aquí definitivamente para poder entrenar cada día, luego vino el confinamiento, y qué lugar mejor que junto al mar para quedarte. Aunque Valencia y otras localidades sean más comprensivas con las necesidades de sus deportistas…

P. ¿De dónde le viene esta pasión?

Yo siempre había querido, pero mi padre, que fue piloto antes que yo, no me dejaba por el peligro que conlleva este deporte. Hace cuatro años surgió la categoría femenina y ahí encontré mi oportunidad, insistí en casa y conseguí el apoyo, finalmente no salió adelante tal categoría y tuve que competir contra los hombres, pero ya no había vuelta atrás.

P. ¿Cuál es su meta en este deporte?

Mi sueño desde pequeña es ganar el mundial. Soy consciente de que es algo que necesita muchísimo trabajo, pero yo llevo enforzándome mucho tiempo para ello y aunque en las carreras puede pasar cualquier cosa, me siento capaz de conseguirlo. La cita se ha pospuesto a abril, en Cerdeña. Pero además quiero conseguir visibilizar este deporte y sus posibilidades también para la mujer. Yo me dedico a la comunicación, las empresas me contratan para que yo las impulse y yo estoy intentando impulsar mi “empresa” personal. Es genial poder aplicar mis nociones profesionales a las deportivas.

P. ¿Qué le diría a aquel que se sienta tentado a probar?

Que contacte conmigo porque siempre ofrezco toda mi ayuda a aquel que quiera empezar. Ahora mismo Instagram (@Crislazarraga33) puede ser incluso tu cirriculum y una ventana para enseñar todo lo que hacemos, es más fácil que nunca informarte, conectar y conocer el deporte. Es sencillo si de verdad se tiene interés y maravilloso, estoy segura de que si te sientes un poco atraído y empiezas te vas a enganchar rápidamente.