El Lucentum no se apiada de ningún rival, machaca a quien se le ponga por delante y deja claro que es un claro favorito al ascenso a la ACB. Los alicantinos suman su quinta victoria consecutiva de la temporada, la 14ª en todo 2020. El HLA se ha convertido en un bloque invencible con el que no puede nadie. Da igual tener un mal día porque el resultado sigue siendo el mismo. Sin piedad, el conjunto de Rivero mantiene su primer puesto en solitario. Delante tuvo a un rival especialmente débil que solo aguantó unos minutos del primer cuarto cuando se puso con un 4-12. En ese momento parecía que la película del partido iba a ser otra, pero no, fue la misma de siempre. El HLA comenzó a jugar y a machacar conforme pasaban los minutos. Gran partido de un Chumi Ortega que volvió loco al Huesca y de todo un equipo que tiene infinitas armas en ataque. De nuevo sin Gjuroski, pero al Lucentum no le afecta nada. Ni siquiera la pandemia. De una temporada a otra el equipo ha seguido con la misma inercia ganadora. La magia de Pedro Rivero en al banquillo, sin duda.

El HLA jugó su peor primer cuarto de la temporada, pero ni así el Huesca fue capaz de superarle en unos primeros diez minutos muy extraños. Zohore no encontraba su sitio en la pista y los alicantinos pecaban de finalizar las jugadas de forma muy precipitada. Tampoco el conjunto de Rivero estaba acertado desde la línea de tiro libre. El 4-12 en el marcador hizo saltar las alarmas en el banquillo lucentino, pero el susto acabó pronto y las cosas se empezaron a poner en su sitio tras varias acciones de Llompart y un triple de un Chumi Ortega muy inspirado. El HLA firma un parcial de 8-0 para acabar de forma digna el primer cuarto con un 12-12. 

Chumi Ortega estuvo especialmente inspirado junto a un Llompart que bailó a un adversario desdibujado

Con Jorge Bilbao y Ortega en el parqué, el Huesca se fue empequeñeciendo por momentos. La defensa lucentina maniató a su rival con acciones de Urtasun y Pitts el parcial ya era de 16-1 y un marcador de 20-13. El dominio del equipo local comenzaba a ser insultante y solo la calidad del exlucentino Lafuente impedía que el partido quedara sentenciado al descanso. Galán y Bilbao hacían mucho daño a un Huesca con escasos argumentos en el Pedro Ferrándiz. El HLA se fue el descanso con un tranquilizador 34-23. Clara ventaja pese al 7 de 15 en tiros libres de 1 de 12 en tiros de tres. El juego interior lucentino fue clave en unos primeros 20 minutos con malos porcentajes en el tiro. En el aspecto reboteador, el HLA fue muy superior a un rival con muchas bajas y pocas armas ofensivas.

La dinámica no varió en el tercer cuarto aunque las imprecisiones se fueron acumulando en ambos equipos. El partido no era brillante pero la superioridad alicantina era notoria. Bilbao seguía siendo un seguro de vida en un HLA que centraba su poder en el juego interior ante el mal día que estaba teniendo por fuera. Llompart «bailaba» a la defensa oscense cada vez que tenía el balón y el duelo entraba en una fase tranquila para el Lucentum. Con 43-27 el Huesca solicita un tiempo muerto aunque no sirvió para nada porque el HLA seguía jugando a placer. El partido estaba más que roto aunque el conjunto de Rivero no ponía el freno y la diferencia se fue ampliando.  

El definitivo cuarto sobró. Es lo que hubiera deseado el Huesca. Los alicantinos se exhibieron en los últimos minutos ante un rival roto que solo deseaba que la pesadilla acabara cuanto antes. 

El Lucentum se ha convertido en un gigante de la categoría que arrasa a todo el que se le ponga por delante. El líder demuestra su condición en cada partido. Que pase el siguiente.