Jona Mejía Ruiz (Málaga, 7-I-1989) cambió el Hércules por el Alcoyano esta temporada, pero el club alicantino impuso una «cláusula del miedo» por la que la entidad de El Collao tiene que pagar para que el delantero hispano-hondureño pueda jugar los derbis que tan mal se le dan a los del Rico Pérez. No parece que el Alcoyano vaya a «pasar por caja», pero no pierde la ilusión de «sacarse la espina» de su decepcionante paso por el Hércules, del que se considera principal culpable.

Tiene muy difícil jugar el domingo el derbi por el acuerdo entre Alcoyano y Hércules. Si se diera la sorpresa, ¿se lo tomaría como una revancha?

Revancha no sería la palabra exacta. Sí es cierto que por cómo se dio todo, mi salida y demás, afrontaría el partido con muchas ganas. Empezamos a entrenar el miércoles y aún no sé si podré jugar o no. Desde que acabó el partido del domingo tengo la esperanza y la ilusión de poder jugar.

Son las consecuencias de la «cláusula del miedo», que también opera en Segunda B...

Siendo sincero, siempre lo soy, no sé qué cláusula es. En mi contrato no hay ninguna cláusula, pero no voy a buscar más allá. En tiendo que los clubes hablarían en su momento antes de que yo firmara, no sé lo que hablaron, pero ya me perdí el partido de la primera vuelta y este quiero pensar que no, aunque hay una parte de mí que me dice que no voy a jugar.

Venía del fútbol profesional y no le terminaron de salir las cosas en el Hércules... ¿Por qué? ¿Fue más un problema personal suyo o del club? ¿Se sintió incomprendido o maltratado?

Fue un poco todo. El principal culpable soy yo; no soy de excusas y nunca lo voy a ser. Sí es cierto que en ese año y medio, desde que llegué hasta que terminó mi tiempo en el Hércules, pasaron muchas cosas que le afectan a un jugador. Cosas del día a día, asuntos a nivel personal. Al final, los datos de partidos y minutos jugados están ahí. Siendo honesto conmigo mismo, no me tengo que martirizar porque yo sé lo que pasó desde la segunda semana que llegué.

Y prefiere que no trascienda lo que le pasó en el Hércules...

No soy de ese tipo de persona. Lo que pasó se queda ahí. Son cosas que ocurren en el fútbol, que ni la afición, ni la prensa saben. Pero no es cosa del club, ni mucho menos, sino de ambas partes. Yo no estuve bien como principal responsable de que las cosas no salieran.

«Me pasaron muchas cosas en Alicante, pero yo soy el principal culpable de que mi etapa allí no acabara bien»

El domingo marcó en Valencia su primer gol con el Alcoyano para sellar la remontada (1-2). ¿Fue una liberación para usted? ¿Sintió algo especial?

Sí, claro, ya hacía bastante tiempo. El último tramo en el Hércules jugué poco, por desgracia; después, la pandemia ésta, que nos tiene a todos como nos tiene y fueron seis o siete meses encerrado en casa sin entrenar ni saber lo que iba a pasar... Fue una ruina. Con el comienzo de la Liga he tenido la suerte de estar en el Alcoyano con un vestuario espectacular, el cuerpo técnico increíble, un club pequeñito, en el que nos conocemos todos. Y tenía muchas ganas de corresponderle con un gol. Principalmente al club y también para mí porque los delanteros vivimos del gol. Tuve la suerte de que entró y sirvió para llevarnos los tres puntos; y, aunque suene a tópico, me quedo antes con eso que con el gol. Pero estoy muy contento.

¿Cómo está siendo su adaptación al Alcoyano? Se trata de un club con una personalidad y una idiosincracia propias...

Muy bien. No tengo ni un pero; y si acaso, me lo pongo a mí por esos siete meses sin poder entrenar en grupo ni hacer nada... Vienes aquí, empiezas la pretemporada después de un parón como nunca y surgen molestias por aquí y por allá. Me perdí pretemporada, nos volvieron a confinar después 10 días, muchos partidos aplazados, jugamos casi domingo-miércoles... Ahora empiezo a disfrutar la temporada, que es un poco rara y fea para muchos jugadores que llegaron como yo al Alcoyano.

El Alcoyano llega al derbi en su mejor momento de la temporada: siete partidos consecutivos sin perder, tercer clasificado, en dieciseisavos de final de la Copa...

Estamos bien, trabajando. Pero en el fútbol se te va en dos partidos lo que has hecho bien en seis. Tenemos ilusión, confianza y muchas ganas de que llegue el domingo. Sabemos que será difícil, pero nuestra clasificación te da moral. Espero que sea un partido bonito y nos llevemos los tres puntos.

¿Qué tipo de partido visualiza el domingo en el Rico Pérez?

Tal y como está la cosa, apenas he visto partidos del Hércules en su campo. Recuerdo el de la primera vuelta en El Collao, donde los partidos cambian un poco por cómo es nuestro campo. El Hércules querrá tener el balón y el dominio y el Alcoyano es trabajador y sabe sufrir. También queremos el balón, pero sabemos cuál es nuestra idea y qué tenemos que hacer para hacerles daño, al igual que ellos a nosotros, y preveo un partido duro.

«No sentí una mayor presión en el Rico Pérez. El Hércules es un ‘grande’ y el Alcoyano también lo es a su modo»

¿Cómo ve a este Hércules de Cubillo? Ha cambiado mucho el club y el equipo desde que se fue.

Sí; ya dije que me encantó el equipo que se hizo, el proyecto que se formó, aunque no se contara conmigo. Son cosas que pasan. Veo al Hércules como un equipazo, con muchas posibilidades de conseguir el objetivo que tanto se quiere en Alicante. Va por buen camino y de corazón les deseo lo mejor, pero a partir del domingo.

¿Hasta qué punto es diferente jugar en dos clubes como Alcoyano y Hércules, aunque militen en la misma categoría?

Yo lo veo igual; la gente muchas veces se equivoca en el tema de la presión. A mí no me afectó más o menos la presión de jugar en el Hércules. Lo he hecho en muchos equipos y tengo una trayectoria más o menos digna y buena. Está claro que el Hércules es un grande del fútbol español que, por desgracia, está donde está y el Alcoyano, a su modo, también es un grande que trabaja de otra manera. Es cierto que como futbolista tienes mas tranquilidad en Alcoy, pero es un cúmulo de cosas que te pueden pasar por igual en ambos clubes. Las cosas se dan o no, sin más.

¿Le costó mucho bajar a Segunda B en 2018 después de casi 10 años en el fútbol profesional?

No. El Hércules apostó por mí cuando podía haber seguido en Segunda, pero también aposté por el Hércules. Se me ofreció un contrato de dos años y medio en Alicante, que la considero como mi casa porque vengo desde los cinco o seis años. Quería hacer algo bonito con el Hércules. Cuesta mucho llegar a Segunda y cuesta un poco decidir volver a Segunda B, pero estaba seguro de que se iba a dar bien, pero toca seguir la lucha.