El Alcoyano firmó anoche una de las páginas más gloriosas de su historia al eliminar al Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras remontar el gol inicial de Militao con un tanto del alicantino Solbes en el segundo tiempo y otro de Juanan en la segunda parte de la prórroga cuando el equipo blanquiazul jugaba con uno menos. Con un espíritu irreductible y una fe inquebrantable en su juego y sus posibilidades, el conjunto de El Collao cimentó su histórica hazaña en el gran partido de su portero Jorge Juan y en un encomiable trabajo colectivo de todo el bloque.

En una noche de pesadilla para el Madrid, la segunda unidad blanca sólo contó con dos titulares habituales de Zidane en los últimos tiempos -Casemiro y Lucas Vázquez, que adelantó su posición-, además de dos meritorios como Valverde y Vinicius y el declinante Isco. De entrada, el técnico francés reservó en el banquillo a «primeros espadas» como Courtois, Hazard, Kroos, Benzema, Asensio y Mendy, al tiempo que rescató del olvido al portero Lunin, en sus primeros minutos de la temporada, a Odriozola, Marcelo y Mariano.

Por su parte, el técnico alcoyanista Vicente Parras se olvidó de las rotaciones en esta noche inolvidable y sólo introdujo dos novedades con respecto al equipo que empató el pasado domingo (0-0) en el Rico Pérez de Alicante: Pablo Carbonell y el ariete Jona Mejía. Parras reunió en ataque la energía y la pujanza de Mourad con la experiencia de Jona para intentar sacar partido de la inédita pareja de centrales madridistas -Militao y el joven del filial Chust- tras la ausencia a última hora de Nacho Fernández por contacto con un positivo, que se quedó en la capital junto a los titulares Sergio Ramos y Varane.

Conforme al guión previsto, tomó el mando del partido el Madrid con Isco por dentro como organizador y Casemiro de socio defensivo en el doble pivote. Intentó abrir el juego por las bandas el conjunto blanco, pero se topó con el gran trabajo defensivo del Alcoyano, muy bien parapetado en su habitual 4/4/2 con muchas ayudas en las bandas por parte de las parejas Jordán-Rubio y Carbonell-Ángel y constantes vigilancias del pasillo central por medio de Primi y Raúl y de Jony Ñíguez y Juanan por delante en el centro del campo.

Al filo del cuarto de hora tuvo que emplearse el veterano guardameta alcoyanista en un centro lateral de Marcelo y un posterior remate lejano envenenado de Valverde, que rechazó a córner y en la jugada siguiente atajó el cabezazo de Militao. Y ahí se acabó el arsenal del Madrid en esta primera parte hasta el minuto 45 cuando de nuevo el central brasileño aprovechó un gran centro de Marcelo para adelantar a los de Zidane.

Fue una pena para el Alcoyano, que supo contener con mucho orden y aplicación el arreón inicial de los blancos para tener una plácida primera parte hasta el 0-1. Abusaba el Madrid de la posesión, con tramos de hasta el 77%, pero no sufría el conjunto blanquiazul, que había desactivado a Mariano en ataque y cerrado casi todas las líneas de pase de los blancos en su fase ofensiva. Intenso, aguerrido y compacto, como consta en su ADN, el equipo de El Collao se animó a estirarse hacia el área de Lunin con una muy buena llegada por la banda derecha que acabó con un peligroso testarazo de Jona anulado por un fuera de juego milimétrico.

Había ganado confianza el cuadro local, que empezó a presionar al Madrid en su propio campo, pero su digna resistencia se quebró en el último suspiro del primer acto. Raúl tapó un remate franco de Vinicius tras una buena triangulación con Valverde y de ese córner nació el gol de Militao tras un excelente servicio de Marcelo para calmar el nerviosismo que iba en aumento en el banquillo de Zidane.

No cambió mucho el decorado tras el descanso. El Madrid llevaba la iniciativa, pero no amenazaba en exceso a José Juan, que atajó dos disparos lejanos de Mariano y Lucas Vázquez antes de ofrecer un gran recital de paradas. Refrescó a su equipo Parras en busca del milagro con tres cambios a la hora de juego (Juli, Solbes y Moltó) y el Alcoyano siguió muy vivo en el partido. Sobre todo a partir del minuto 78 cuando Vinicius perdonó el 0-2 en un mano a mano con José Juan, que le tapó el tiro con Benzema solo a su derecha.

Dos minutos después se desató la locura en el banquillo local cuando el alicantino Solbes empujó el tanto del empate tras un saque de esquina botado por otro exherculano, Juli. Había igualado el partido el conjunto alcoyanista, que se fue a la prórroga tras otra buena parada de José Juan a Vázquez y un posible penalti no señalado a Militao.

Ya en el tiempo extra, se durmió Zidane con los cambios -sólo había sacado a Benzema- y el Alcoyano se le subió del todo a las barbas al Madrid, que lo intentó a la desesperada con la entrada de Asensio, Hazard y Kroos. El meta local siguió a lo suyo, con otra gran intervención ante el mallorquín, y pareció que los blancos encaraban los 10 últimos minutos con mayor ventaja por la segunda tarjeta amarilla que vio el alcoyanista Ramón. No obstante, cuando el partido se convirtió en un asedio visitante y apuntaba a la tanda de penaltis, en una magistral contra conducida por Diakité, Juanan anotó el 2-1 definitivo, con un jugador menos en el bando local, para agigantar la leyenda del equipo de la moral que nunca se rinde en una noche histórica de gloria y honor para el Deportivo Alcoyano.