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ANÁLISIS

Alcoyano: Orden, fútbol, carácter... y moral

El Alcoyano de Parras enaltece la mística del equipo que nunca se rinde con un KO histórico al Madrid gracias a su espíritu de conjunto, su resistencia a la derrota y a un gran trabajo defensivo con un José Juan estelar bajo los palos

Los jugadores del Alcoyano festejan su histórico triunfo ante el Madrid.

La mística del Alcoyano que nunca se rinde, de la moral a prueba de bombas, brilló como nunca en sus 93 años de historia el pasado miércoles con su memorable victoria (2-1) sobre el Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Fue un triunfo con remontada sobre el 13 veces campeón de Europa, consumado en la segunda parte de la prórroga cuando el equipo de Vicente Parras jugaba con uno menos por la expulsión de Ramón y gracias a un gran gol a la contra, en el que cuatro blanquiazules pisaron el área madridista en una brillante jugada coral culminada por Juanan. De modo que no sólo fue la victoria de la fe y la lucha, sino también la del orden, el carácter y el sentido colectivo y solidario del fútbol que Parras ha inculcado a este admirable conjunto, que suma ya ocho jornadas sin perder entre Liga y Copa, en la que ha eliminado consecutivamente a dos conjuntos de Primera División, y que el 20 de octubre de 2021 hizo universal su leyenda de equipo indomable.

CONCENTRACIÓN Y AYUDAS

Gran trabajo defensivo en bloque con un José Juan bajo los palos excelente a sus 41 años

Para que ocurran milagros como el del miércoles es necesario que confluyan dos factores: una mala noche del equipo grande y una muy buena del modesto. Y así ocurrió en El Collao, que no necesitó esta vez el empuje de sus 4.580 espectadores de aforo para alentar a los suyos. Frente a un Madrid irregular, de más a menos, con poca profundidad y todos los jugadores -sin excepción- por debajo de su nivel, el Alcoyano exhibió, entre otras virtudes, un enorme trabajo defensivo, individual y colectivo. Sin alterar el 4/4/2 con el que juega habitualmente, Parras sembró el campo de trincheras para los de Zidane con su esquema de líneas muy juntas y ordenadas y ayudas defensivas constantes de sus dobles parejas: Jordán y Rubio por la banda derecha; Carbonell y Ángel López por la izquierda; Primi y Raúl en el eje de la zaga y Jony Ñíguez y Juanan en el mediocentro. Despiertos, atentos e intensos, los alcoyanistas cerraron el juego del Madrid por los costados y taparon sus líneas de pase por dentro. Nunca estuvieron cómodos los blancos, que sufrían de lo lindo en cada disputa y para superar una línea blanquiazul. Y cuando lograron superarla, se toparon de lleno con la excelente actuación del veterano José Juan, que a sus 41 años firmó el partido de su vida bajo los palos. Protagonizó más de media docena de buenas paradas, tres de ellas de valor-gol ante Asensio, Lucas Vázquez y Valverde. En el tramo final de su larga carrera, el fútbol le tenía reservada una noche de gloria al guardameta gallego, que sólo ha jugado un partido en Primera en sus 25 temporadas como profesional.

EL BANQUILLO DA VIDA

Los cambios refrescan al equipo y le hacen crecer en juego y confianza en un partido soñado

El partido que soñaba Vicente Parras en la víspera se estaba desarrollando sobre el césped. Sometido a ráfagas por el Madrid, el Alcoyano seguía muy vivo en el partido y sin sufrir excesivos agobios. Con un sólo gol de desventaja en el marcador, las opciones seguían abiertas. Y para reforzar el gran despliegue físico, de los suyos, el técnico refrescó a su equipo a la hora de juego con la entrada de Jorge Moltó, Solbes -autor del gol del empate- y Juli, que botó el córner que dio origen ese 1-1. El Alcoyano sabía que tenía que aprovechar las pocas oportunidades que se le iban a presentar en el área blanca y así lo hizo en el minuto 80 para empatar a la salida de un saque de esquina con un centro cerrado y tenso ante un dubitativo Lunin. Muy poco antes habían entrado Ramón y Diakite para seguir oxigenando el trabajo colectivo del grupo y el segundo participó de lleno en la jugada del 2-1 en el minuto 114 de la segunda parte de la prórroga con una gran asistencia a Juanan tras una perfecta contra, muy valiente, en la que el Alcoyano fue a buscar al Madrid cuando ya jugaba con uno menos, renunció a la defensa numantina y anotó el tanto de la remontada con una gran acción de juego de conjunto y cuatro jugadores en el área rival. Frente al inmovilismo de Zidane en el banquillo del Madrid, los cambios volvieron a mejorar al equipo de El Collao, al igual que el pasado domingo en el Rico Pérez cuando la entrada de Carbonell y Diakite en el descanso le dieron el mando del partido durante toda la segunda parte en el derbi provincial ante el Hércules (0-0) en la Liga.

LAS SEÑAS DE IDENTIDAD

La resistencia a la derrota de un grupo que se tiene mucha fe

Y también la moral. El Alcoyano fue fiel a sí mismo y a su legendario espíritu de lucha y sacrificio para no venirse abajo con el gol de Militao en el minuto 45, justo al borde del descanso. El equipo no se descompuso en ningún momento del partido; ni ante la segunda unidad del Madrid, ni cuando fueron entrando «galácticos» como Benzema, Asensio, Hazard y Kroos. Con entrega y sin desmayo, el cuadro blanquiazul tampoco se alteró cuando perdió a Ramón en el 110’ por una segunda amarilla. Estaba a 10 minutos de llegar a los penaltis, pero tuvo la osadía y la grandeza de seguir creyendo en sus posibilidades para buscar el triunfo, sin miedo a que la artillería blanca le pudiera ganar la espalda o coger descolocado.

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