Vicente Parras Campello (Alicante, 18/11/1975) ya es uno de los entrenadores más conocidos gracias a la victoria sobre el Real Madrid. El técnico se encuentra en el momento más dulce de su carrera con un Alcoyano al que tiene en octavos de final de la Copa del Rey y en puestos de ascenso a la Liga Pro en la Liga.

El Alcoyano se ha convertido en el equipo de moda..

Lo que ha sucedido estos días nos pone un poco en el candelero. Es lo que tiene la Copa del Rey la posibilidad de enfrentarte a equipos de Primera División. La dimensión nos la ha dado el Real Madrid, que ha sido donde se ha notado el cambio.

El equipo está viviendo un estado de gracia tanto en la Liga como en la Copa…

Es un estado que empezó a verse antes de Navidad. Teníamos la incertidumbre con el parón por saber qué podía pasar después, pero el equipo se enchufó muy bien. El partido de Copa ante el Huesca nos permitió regresar bien y después seguimos con la dinámica positiva.

¿Recuerda la última derrota?

Fue ante el Villarreal B en noviembre. Fue una derrota muy dura después del parón que tuvimos que hacer por el covid. Queda lejos porque esta es una competición distinta a todo lo que habíamos vivido hasta ahora. Siempre se ha dicho que las temporadas se resolvían en los últimos diez partidos y esta es una competición al esprint donde no te puedes permitir ninguna relajación.

El Alcoyano es tercero con los mismos puntos que el Hércules… ¿Se puede soñar con el ascenso a Segunda?

Nuestro objetivo desde siempre ha sido meter la cabeza en la nueva categoría, y lo seguimos manteniendo. Si puede ser entre los tres primeros mejor porque ya lo habríamos conseguido y si no, en la segunda fase.

La ruta de la temporada puede ir cambiando tal y como se está viendo…

Sí, te marcas unos objetivos e intentas siempre mirar por encima y es el rendimiento el que te va diciendo las metas por las que tienes que pelear.

¿Le sorprende la destitución de Cubillo en el Hércules?

Es una decisión que sorprende porque el equipo es segundo y que viene condicionada por la exigencia que hay en el Hércules, que es enorme. También por la gran temporada que está haciendo el Ibiza, que no está dando ninguna posibilidad a los perseguidores. Todo eso se junta, estamos empatados a puntos…

Pese a las bajas que han acumulado en los últimos partidos el rendimiento no se ve afectado…

Es una capacidad que hemos logrado inculcar al equipo, el saber adaptarse a las circunstancias, no poner excusas y saber pelear con nuestra identidad, con nuestras armas. Eso lo que provoca es que cualquiera que sale al terreno de juego sabe que tiene que rendir al máximo. No vamos a poner excusas, si perdemos lo hacemos con los que jugamos. Es una de las claves. Cualquiera que sale ahora tiene mucha más confianza aunque lleve tiempo sin jugar.

Ha conseguido que jugadores como Jona, que el año pasado pasó inadvertido en el Hércules, vuelva a sentirse futbolista…

Cuando se nos presentó la opción de fichar a Jona sabíamos que era un jugador inalcanzable para nosotros en circunstancias normales. Vino de pasar un periodo delicado y el éxito de su rendimiento pasaba por una adaptación correcta. Intentamos tranquilizarle, transmitirle toda la confianza y poco a poco que volviera a sentirse futbolista. Cuando ha cogido el tono físico que necesitaba ha dado toda la calidad que tiene. Lleva dos goles pero nos ha dado seis puntos

Son el único equipo que ha conseguido marcar el Ibiza, una prueba de fuego este domingo…

Sí, es la mayor prueba de fuego a la que ahora mismo nos podemos enfrentar en la categoría. Han dominado con mano de hierro desde el principio, con las ideas muy claras. Tienen un gran entrenador.

¿Puede pesar la presión de haberse acostumbrado a los buenos resultados?

Nunca pesa la presión en cuanto a tener que seguir ganando condicionado por la racha. La presión nos la marcamos nosotros, tener una identidad propia que no queremos perder y conseguir el objetivo.

¿Cómo afronta el partido del jueves ante el Athletic?

Ahora ya vamos acumulando experiencia. Cuando vino el Huesca era todo diferente, de ver qué nivel podemos dar contra ellos. Luego cuando tocó el Madrid la sensación era de ilusión y de que iba a estar muy difícil. Y ahora que viene el Athletic lo afrontamos como otra oportunidad de seguir disfrutando ante un histórico. Salir al campo a competir y ver qué pasa, que disfrute la gente.

La pena en esta temporada histórica es jugar sin público…

Es la gran lástima que tenemos todos, que nuestra gente no pueda estar disfrutando con nosotros en el campo. Lo que estamos consiguiendo es muy bonito, pero vivirlo con tu gente es mucho más.

¿Cómo lleva la pandemia y tener que compaginarla con la competición?

Con mucha precaución. Ya nos tocó confinarnos diez días, eso nos sirvió de experiencia para saber que este año uno de los condicionantes de la competición será el saber cuidarte, no asumir riesgos… Nosotros hablamos siempre con los jugadores y tomamos nuestras propias precauciones porque no queremos volver a parar.

José Juan se encumbró en el partido contra el Madrid…

Tuvo una actuación extraordinaria. Uno no está tantos años en activo si no hace bien su trabajo. Es una persona entregada.

Se ha convertido en el técnico de moda...

Esto es el fútbol, la repercusión la tenemos por el rival que nos hemos enfrentado, con toda la fuerza mediática que lleva. Yo siempre he tenido los pies en el suelo.

¿Con qué momento se queda?

Con el gol de Juanan contra el Madrid. Lo que se vivió fue increíble, no se puede explicar.