El Athletic Club ha acabado este jueves con el sueño copero de un bravo Alcoyano, al que ha eliminado en los octavos de final tras remontar el tanto inicial de Pablo Carbonell con goles de Villalibre e Iñaki Williams en la segunda mitad. Setenta y ocho minutos tardó el reciente supercampeón de España en doblegar la admirable resistencia del conjunto de Vicente Parras, que obligó a Marcelino a recurrir a todo su arsenal, con Raúl García y Muniain a la cabeza de Los Leones.

Con muchos minutos en las piernas durante las últimas semanas y el Barça a la vuelta de la esquina este domingo en la Liga en la reedición de la reciente final de la Supercopa, Marcelino rotó de inicio en El Collao y sentó a su tridente atacante -Iñaki Williams, Iker Muniain y Raúl García- y a su organizador Unai Vencedor. Avisado por las dos hazañas previas del Alcoyano, equilibró su alineación con titulares habituales como Yeray, Vesga o Berenguer y hombres de peso como Yuri Berchiche, Villalibre o Unai López. Quizás la única sorpresa fue la de Lekue en el lateral derecho por Capa.

Por su parte, Vicente Parras también dejó en el banquillo de inicio a Jona Mejía y Alberto Rubio para reforzar el trabajo de su centro del campo con Ángel y Jorge Moltó y el veterano Juli en punta con Mourad. El sobreesfuerzo de la Copa también pasa factura a este entregado Alcoyano, que arrancó el partido con una gran racha de nueve partidos consecutivos sin perder, tres de ellos en la Copa, y el próximo domingo visita en la Liga al líder invicto Ibiza, en una competición en la que también tiene aspiraciones de competir con los mejores.

Pero el conjunto blanquiazul vive al día y disfruta de este maravilloso sueño del torneo del KO, en el que volvió a ser fiel a sí mismo desde el arranque del partido. Intenso, entregado y eléctrico, en el primer minuto ya enseñó sus cartas con un zurdazo seco de Ángel López que se estrelló en el palo izquierdo de Ezkeita. Y en el minuto siguiente, Mourad cabeceó centrado a las manos del meta vasco.

Casi con el susto en el cuerpo por la puesta en escena de un equipo que el curso pasado estaba en Tercera División, el Athletic comenzó a asumir el dominio territorial del partido ante un Alcoyano replegado, que sabe cerrarse y ceder la iniciativa al rival sin sufrir en su propia área. Tomó el mando el equipo de Marcelino desde el minuto 5, pero sin excesivo peligro ni precisión. Un tiro desde la frontal de Vesga atajado sin problemas por José Juan, el gran héroe ante el Madrid, fue su prime aviso al cuarto de hora, al que dieron réplica Juli y Mourad con un centro del primero desde la derecha que cabeceó el jugador cedido por el Elche de nuevo al regazo de Ezkeita.

Volvió a destacar Mourad, que se está haciendo con un nombre de peso en esta Copa, como el mejor recurso para la salida del juego del Alcoyano, que tampoco renunció a asociarse cuando se lo permitía la presión del Athletic. Fuerte para chocar y proteger, pero también con buen pie, Mourad ganó varios balones largos y fue un incordio para la defensa vasca, en la que anoche faltaba por lesión Íñigo Martínez.

Supeada la media hora con una posesión de casi el 70 por ciento para el cuadro vizcaíno, que no inquietaba a José Juan, el equipo de Parras volvió a nivelar el partido y a jugar en campo contrario. Y su atrevimiento tuvo premio con una dudosa falta muy bien provocada por Jordán cerca del área. El golpe franco lo lanzó Pablo Carbonell con la zurda y mucho picante, el balón lo desvió con la cabeza un hombre de la barrera y descolocó a Ezkeita, que quizás pudo hacer algo más para impedir el gol del Alcoyano. 

El delirio se desató en el banquillo alcoyanista y en las terrazas aledañas a El Collao, pobladas de seguidores que no podían aplaudir a los suyos desde las gradas por la pandemia. Marcelino se desesperaba en el banquillo visitante y ya comenzaba a mirar a sus suplentes cuando Vesga casi logra el empate al peinar un saque de esquina al filo del descanso, al que se llegó con una proeza más de este admirable Alcoyano, serio, compacto y muy solidario y ordenado en defensa, que puso en jaque al supercampeón de España pocos días después de haber eliminado al Real Madrid y al Huesca.

Mal veía el panorama el técnico asturiano del Athletic, que echó mano en el descanso de Muniain y Raúl García para buscar la remontada, tal y como hizo en la anterior eliminatoria en Ibiza. Y la apuesta le volvió a salir redonda. Recuperó el control de lleno el equipo vizcaíno y en el minuto 52 logró la igualada tras un gran cabezazo de Villalibre a un buen centro desde la derecha de Lekue.

Lo intentaron los de Parras con Raíllo en punta y Juli más atrás en la línea de cuatro, pero el partido ya era de color rojiblanco. Los visitantes le pusieron más ritmo y brío y casi marca de nuevo Villalibre en una jugada trenzada por Raúl García y Muniain. Avisaba el Athletic ante un Alcoyano con claras muestras de cansancio y en un saque de falta de Muniain, también desde la derecha, Williams se aprovechó de la mala salida de José Juan -quizás en su único error en esta Copa- para sellar la victoria en el minuto 78.

El Athletic estará este viernes en el sorteo de los cuartos de la Copa, de la que sale con la cabeza muy alta el Alcoyano, que ha escrito en esta competición varias de las páginas más brillantes de su larga historia.