El Enrique Miralles medía la necesidad del Crevillente ante un Villajoyosa asentado en mitad de la clasificación. El encuentro resultó un quiero y no puedo entre dos rivales que eran incapaces de generar fútbol y hacerse con la posesión en mitad del campo. Los locales gozaron de la mejor ocasión del primer tiempo en un golpeo que acabaría en el poste de Tonet. No hubo atisbo de cambio de dinámica en una segunda parte.