El atleta de Onil Jorge Ureña llegaba al Europeo de Torun con muchas dudas después de no poder entrenar ni competir como le hubiese gustado, pero firmó otra actuación soberbia para subir al segundo cajón del podio del heptatlón con 6.158 puntos. El colivenc, que defendía título continental, solo se vio superado por el francés Kevin Mayer (6.392), plusmarquista mundial y de nuevo intratable. «Después del año que hemos pasado con la pandemia, no puedo estar más contento de conseguir esta plata», aseguró a su paso por la zona mixta. Este es el tercer Campeonato de Europa indoor consecutivo del que sale con una medalla después de la plata que logró en Belgrado 2017 y del oro conseguido en Glasgow 2019.

Pese a no haber podido entrenar bien este invierno por una lesión en el isquiotibial, el combinero de Onil había terminado la primera jornada en puestos de podio, tercero por detrás del plusmarquista mundial de decatlón, el francés Kevin Mayer, y del suizo Simon Ehammer.

Sus parciales del primer día (7.03 en 60 m vallas, 7,33 en longitud, 14,57 en peso y 2,10 en altura) le asignaban el bronce provisional con una suma de 3.424 puntos, por detrás de Mayer, que lideraba con 3.571, y de Simon Ehammer (3.538).

Cuatro días después de cumplirse el segundo aniversario de su victoria en el Europeo en Glasgow con 6.218 puntos, Ureña, que también había ganado una plata en Belgrado 2017, afrontaba la segunda jornada en Torun con el objetivo de mantenerse, por tercera edición consecutiva, en el podio continental bajo techo.

Ayer Ureña añadió 1.015 puntos a su cosecha con 7.87 en 60 m vallas, sólo superado por sus predecesores en la general. Mayer ganó la serie con 7.78 y Ehammer fue segundo con 7.82. El español, con 4.439, estaba en la general 42 puntos por debajo de su récord y con un margen de 103 sobre el cuarto, el holandés Rik Taam.

Una prueba tan técnica como la pértiga volvía a ser decisiva, antes del 800 de clausura. El drama afectó esta vez al segundo clasificado, Ehammer, que falló en su primera altura (4,50) y cosechó un cero que le dejaba fuera del concurso al tiempo que casi garantizaba la medalla al español, si no fallaba. La sombra del cero en pértiga que sufrió en los Europeos al aire libre de Berlín 2018 con el listón en 4,60 pasó por la cabeza de Ureña cuando hizo aquí el primer nulo sobre la misma altura, la primera que intentaba, pero la superó a la segunda tentativa y luego saltó 4,90, una marca que casi le aseguraba medalla.

Pero hubo emoción hasta la última prueba. El polaco Pawel Wiesiolek hizo el mejor salto de su vida en pértiga (2,20) y se situó a sólo 25 puntos de Ureña.

El colivenc afrontaba el 800 con poco más de 2 segundos de margen sobre el polaco, pero lo ató en corto y cruzó la meta en el mismo segundo que él para amarrar su tercera medalla consecutiva. Otro gran éxito. «A falta de preparación, tiré de recuerdos y experiencia para ir a por todas», señaló el atleta de Onil. «En verano tuve un pequeño bajón porque, al final, los objetivos lo son todo en el atletismo y si no los tienes, dices: ‘¿qué hago?’… Encima, cuando terminé de recuperarme del tobillo me lesioné del isquio y por eso no he podido entrenar ni competir, porque hace cinco semanas tuve una rotura del isquio. Ahora he tenido algo de sobrecarga, pero creo que ya la tengo más que cerrada».

Además de Ureña , los atletas españoles Adel Mechaal, en el 3.000, y Ana Peleteiro, en triple salto, se colgaron ayer las medallas de bronce y plata.