El Barça se apuntó el clásico más igualado de la temporada con una victoria por 76-81 que le hace ser ya equipo de 'playoff', ante un Real Madrid que mejoró sus prestaciones pero que tendrá que seguir luchando por entrar entre los 8 primeros.

El Real Madrid comenzó mal. Flojo, sin energía, sin estar centrado, y el Barça lo aprovechó con un 0-7 en los primeros dos minutos y medio, con Nick Calathes y Pierre Oriola como protagonistas desde la línea de 6,75 metros, con sendos triples.

Tras este primer mazazo, acompañado de 3 pérdidas de balón, algo que comienza a ser preocupante en el Real Madrid, Carlos Alocén fue el encargado de comenzar la remontada con tres penetraciones por el centro de la zona que dieron seguridad a sus compañeros.

Con Alocén y la defensa de Jeff Taylor sobre Corey Higgins, el equipo de Pablo Laso, 14-13 (min.6.20), pero las rotaciones de Sarunas Jasikevicius y, sobre todo, los minutos finales de Kyle Kuric, con dos triples sin fallo, dieron al equipo azulgrana la ventaja en el primer parcial, 19-24.

El Real Madrid tuvo 7 pérdidas de balón y un 2 de 5 desde la línea de personal, otro de sus aspectos a mejorar, mientras que el Barcelona anotó 5 de 9 triples.

En el segundo acto, el Madrid mejoró ostensiblemente desde la larga distancia con 5 de 6 en triples y aunque también rebajó las pérdidas a 4 y dominó el rebote con 16-10 tras los primeros veinte minutos, no pudo contrarrestar totalmente a un Barcelona más coral, más ajustado, más letal.

De todas formas, el equipo de Laso se sacudió esa sensación de dominio absoluto azulgrana, acrecentado tras la final de la Copa del Rey, y compitió con garra, para llegar al descanso con 38-41 en el marcador.

La salida del Barça, tras el paso por vestuarios, fue explosiva con un canastón de Nikola Mirotic arrasando el aro, pero el Real Madrid, lejos de acusar el mazazo, intentó seguir con el alto nivel defensivo y mover el balón en ataque con más velocidad y criterio.

Fruto de esta situación, el Real Madrid se puso por delante en el marcador, 46-45 (m.24.15), aunque las pérdidas de balón seguían siendo una lacra en su juego.

Gabriel Deck y Alocén llevaban la voz cantante, mientras que en el Barcelona iban sucediéndose los protagonistas ofensivos, ora Mirotic, ora Alex Abrines, ora Orriola, ora Higgins.

Laso se había guardado una bala de plata con Jaycee Carroll, que puso en pista en los últimos minutos del tercer cuarto, pero el esprint final del Barça le permitió cerrar el tercer cuarto en ventaja, 54-57.

Un triple de Carroll abrió el último acto para empatar a 57 y poner más emoción, si cabe, al partido.

Walter Tavares, creciendo durante el partido, los rebotes y menos pérdidas fueron las bazas de un Real Madrid que volvió a ponerse con números negros, 63-59 (m.32.10) y que obligaron a Jasikevicius a meter en pista a Mirotic y Higgis.

Con el problema de las faltas personales en los pívots con Tavares, Usman Garuba y Brandon Davies con 4, los dos equipos tiraron de calidad individual y carácter, en el clásico más igualado de la temporada.

A 3 minutos para el final, otro triple de Oriola puso al Barça con ventaja, 69-73, para encarar la victoria. Mirotic pasó a ser el gran protagonista junto a las defensas de Deck sobre el hispano-montenegrino y de Taylor sobre Higgins.

Un tapón de Mirotic sobre Deck y un mate de Oriola puso el 72-77 a falta de 55 segundos. El Real Madrid lo intentó hasta el final, pero el Barça ganó, 76-81, y ya es equipo de playoff, algo por lo que el Madrid tendrá que seguir luchando.

Ficha técnica:

76 - Real Madrid (19+19+16+22): Alocén (8), Tyus (4), Deck (17), Taylor (5) y Tavares (16) -cinco inicial-, Abalde (11), Causeur (3), Laprovittola (6), Thompkins, Carroll (5) y Garuba (1).

81 - Barça (24+17+16+24): Calathes (11), Higgins (8), Oriola (18), Mirotic (13) y Claver -cinco inicial-, Davies (7), Hanga (5), Smits (3), Kuric (11) y Abrines (5).

Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Carmelo Paternico (ITA) y Saso Petek (SLO). Alex Abrines fue eliminado por 5 personales (m.37).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Euroliga de baloncesto disputado en el Palacio de los Deportes (Wizink Center) de Madrid sin público por la pandemia.