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La vida es una carrera de fondo y obstáculos

El joven alicantino Kevin Guerri, campeón autonómico sub’23 de 10.000 metros, compite con los mejores fondistas de España de su categoría con un 33% de discapacidad y tras pasar su infancia y juventud en el centro de acogida Nazaret

Kevin Garrido

Kevin Garrido corre para crecer y para vivir. Con sólo 20 años, su vida es una carrera de fondo plagada de obstáculos, al tiempo que un permanente ejercicio de superación. Este joven alicantino, vigente campeón autonómico sub’23 de 10.000 metros, acabó hace unas semanas 12º en el Campeonato de España de Cross, pese a competir con una discapacidad del 33% por hiperactividad y trastorno obsesivo compulsivo. Su entorno familiar tampoco le ha facilitado las cosas: de los 10 a los 18 años vivió en el centro de acogida Nazaret y desde la mayoría de edad comparte piso en el barrio de Altozano con otros dos atletas, emancipado y al margen de su madre y hermanos.

La vida es una carrera de fondo y obstáculos

La vida es una carrera de fondo y obstáculos Rafa Arjones

El atletismo es su tabla de salvación; su cable a tierra con la normalidad y su razón para seguir disfrutando de la vida. Trabaja como limpiador para el grupo Sifu, se entrena dos veces al día y se vuelca como monitor en el aprendizaje de los niños de seis a ocho años del Club de Atletismo Alicante, para el que sólo tiene palabras de gratitud. «Mi trabajo con estos pequeños es un intento de devolver a la vida y al atletismo una pequeña parte de lo mucho que han hecho por mí», afirma Kevin con una madurez y serenidad impropias de su edad, forjadas en las múltiples adversidades que ha tenido que superar.

«A los 14 años, cuando llevaba cuatro en el centro de acogida, el Club de Atletismo me dio una beca y conseguí entrar en el mundo de este deporte, que me ha ido salvando de mis problemas personales y me ha ayudado a mejorar como persona, atleta y entrenador», explica Kevin durante una pausa en su trabajo en las tareas de limpieza de una clínica de la avenida de Dénia en Alicante. Ese trabajo le ayudó el año pasado a independizarse plenamente, poco después de emanciparse a los 18, «gracias a Nazaret, que es mi gran familia, la de corazón». Pudo haber salido a los 16 del centro de acogida, pero prefirió seguir por su desarraigo familiar.

«El deporte y el Club de Atletismo Alicante me han salvado de mis problemas y me mejoran como persona», asegura

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Kevin cambió el fútbol por el atletismo «en serio» a los 16 años «porque ya no sentía la pasión necesaria» y comenzó a correr y a entrenarse todos los días. En 2018 empezó a competir en el Campeonato de España y a doblar con dos sesiones diarias de preparación hasta hoy. Ese mismo año comenzó a trabajar en Sifu y su agenda diaria se convirtió en un «sudoku» para compaginar su empleo con los entrenamientos propios y de los menores del club y sus estudios de un grado superior de Deporte Tafad. Trabaja de seis de la mañana a 13.00; se entrena una hora, vuelve al tajo de 14 a 15,15 y tras la comida y una pequeña siesta, de 17 a 18.30 vuelve a la pista como monitor de los niños. La jornada deportiva la cierra con el segundo entrenamiento, de 19.30 a 21.00.

«Soy muy nervioso, con cierta tendencia a los pensamientos negativos, y el deporte me ayuda a superar esta discapacidad y a mejorarme cada día», reconoce este corredor de fondo, que sueña con convertirse en integrador social. «A mí me han ayudado a superar mis problemas, a ver la vida de otra forma, y me gustaría también poder yo ayudar en ese ámbito». Al deporte también le debe el impulso para dejar la medicación que tomaba desde pequeño.

«El deporte y el Club de Atletismo Alicante me han salvado de mis problemas y me mejoran como persona», asegura

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En el mundo del atletismo admira a Fernando Carro, plusmarquista español de 3.000 obstáculos «porque en carrera, aunque vaya muy cansado, le hacen un cambio y, tras pasar un obstáculo, va para adelante, es muy constante, no se frena y sabe siempre lo que quiere». Kevin se inspira en la tenacidad de Carro para seguir adelante y dejar atrás sus peores momentos, como la muerte de su padre hace tres años y la tentación de abandonar el deporte. «Empecé a entrenar más y Sergio Berbegal me dio la oportunidad en el Club de Atletismo de empezar a entrenar con los niños y fue un gran aporte porque ahora tengo la oportunidad de transmitirles mi entusiasmo por este deporte», relata Kevin, que tiene una marca de 9,34 en los 3,000 obstáculos y ya prepara el Campeonato de España de esa distancia para este verano. «Es mi próximo desafío, pero el principal es continuar mejorando como persona y seguir adelante para superar los problemas», indica.

Berbegal, entrenador internacional del Club Alicante y personal de Kevin, se emociona cuando recuerda la trayectoria de este joven que cumplirá 21 años el 28 de mayo. «Era un caso muy especial y el fondo le aporta calma y sosiego y le ayuda a madurar», destaca. «Tiene asumida su situación y seguramente no será campeón del mundo, pero puede vivir del atletismo porque como monitor es feliz y hace felices a los niños», añade.

«Es la mejor persona que he conocido en mi vida», prosigue Sergio, que es para Kevin mucho mas que un entrenador. «Empezó como un reto para mí preparar a alguien con tanta carga de problemas; y de todos los alumnos que he tenido, es el que más aprende. La vida tan dura que ha llevado le ha obligado a ser tan fuerte, que cuando se pone a correr, compite con otros atletas mejores por esa fortaleza mental que ha desarrollado de manera natural para resolver sus problemas. Su mente le ayuda a vencer el cansancio, ganar carreras y obtener resultados que otros no alcanzan cuando el cuerpo empieza a doler y la cabeza sufre en extremo, él sigue cuando muchos paran». Así vive Guerri: un ejemplo de superación en una larga carrera de fondo contra la adversidad.

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