Dos minutos de oro del argentino Ángel Correa comandaron a un Atlético de Madrid que resiste en el liderato. Su condición de cazagoles salvó al conjunto rojiblanco de una discreta primera mitad ante el Eibar, redondeada en la segunda con gol del belga Yannick Carrasco y dos de Marcos Llorente (5-0).

Una jornada menos para la resistencia del Atlético. «Quien no crea, que no venga», rezaba una de las pancartas colocadas por los hinchas esta semana en su ciudad deportiva. Nadie cree más que Correa, que tras un día desafortunado ante el Betis resolvió con dos goles en 114 segundos ante un Eibar hasta entonces sólido.

Sin su «pichichi», el uruguayo Luis Suárez (19 tantos), y sin su jugador de más talento, el portugués Joao Félix –ni el francés Thomas Lemar, por segundo partido fuera de la convocatoria a última hora, esta vez por una tendinitis–, el Atlético sacó partido de la reivindicación del diez argentino en una primera mitad gris, redondeada por Yannick Carrasco en una carrera tras el intermedio, y por dos tantos de Marcos Llorente ya contra un rival rendido.