No será por falta de fe. En esta segunda fase, con coeficientes y partidos aplazados que convierten la clasificación del Grupo 3D en un ejercicio más propio para un examen de Ingeniería que para aficionados al balompié, La Nucía ha decidido que va a pelear por seguir perteneciendo a la categoría de bronce del fútbol español hasta que algún matemático no le diga lo contrario.
En esta batalla contra rivales y cifras, los hombres de César Ferrando han encontrado un fortín en el Olímpic Camilo Cano. Ante el Badalona jugaban su tercer partido seguido en casa y lo finiquitaron con un nuevo triunfo, haciéndose cada vez más fuerte como locales en esta segunda fase del campeonato. Un tanto de Pina, tras una magnífica combinación iniciada por un pase mayúsculo de Mancuso a Cabezas y continuada por este, como mandan los cánones a un extremo, llegando a línea de fondo y buscando el pase de la muerte a un compañero, fue suficiente para el triunfo nuciero en un día complicado, ya que se le lesionaron hasta tres jugadores, dos de ellos antes del descanso.
El inicio del duelo fue un aviso de las intenciones de ambos conjuntos para marcar territorio, pues el colegiado mostró una amarilla por bando en los primeros compases. El Badalona inició las hostilidades con un buen contragolpe tras córner local, finalizado con un remate demasiado cruzado de Goyo al que Robert, en boca de gol, no llegó por poco.
Al cuarto de hora se produjo el primer contratiempo sanitario para La Nucía. Fofo se echó al suelo y pidió el cambio, dejando a los suyos sin su faro ofensivo y máximo realizador. A los rojillos no les dio tiempo a ponerse el luto, ya que en la acción siguiente culminaron en gol la brillante jugada de ataque ya mencionada, con Mancuso, Cabezas y Pina como trío ejecutor.
Renta bien defendida
El tanto y la ventaja sentó muy bien a los nucieros, que pasaron a tener la iniciativa del choque. Antes del entretiempo gozaron de otras dos buenas opciones de marcar, con sendos tiros desde la frontal de Lama y Miñano, bien respondidos por Álex.
El primer acto aún dejó otro contratiempo para La Nucía, ya que Lama tuvo que retirarse del terreno de juego tras hacerse daño en el tobillo. El segundo periodo se inició con un buen disparo lejano de Roger «envenenado» por el fuerte viento, que casi sorprende a Óscar Fornés.
A la hora de partido, Óscar Prats tuvo la sentencia tras otra gran acción por banda de Cabezas, esta vez desde la izquierda. El extremo vio en el lado contrario al lateral, pero el disparo de este se marchó a las nubes. Acto seguido, Miñano sirvió en bandeja de plata el gol a Mariano, pero Bikoro se lanzó al césped y desvió lo suficiente el balón para mantener con vida a los suyos. En el bando visitante, la acción más peligrosa tuvo la firma de Musa, con un centro que ni Neftalí acertó a despejar ni Robert, de espaldas a portería, pudo rematar en condiciones, por lo que Fornés evitó el empate sin excesivos apuros, pero con el susto en el cuerpo.
En los últimos minutos, los rojillos decidieron juntar líneas y defender su renta. Ese paso atrás espoleó a los catalanes, aunque solo pusieron en aprietos a la zaga alicantina con balones colgados al área, bien defendidos por los hombres de Ferrando.
