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Este HLA nunca deja de creer (70-78)

El conjunto alicantino supera la eliminatoria contra el TAU Castelló en un partido épico que ganó en un final agónico tras haber desaprovechado 22 puntos de renta uEn semifinales del «play-off» espera el Río Breogán la próxima semana

Ortega penetra para conseguir una canasta

Ganar, ganar y volver a ganar. Eso es lo que tuvo que hacer el HLA Alicante en la eliminatoria contra el TAU Castelló. Pese a que solo eran necesarios dos triunfos para pasar de ronda, los lucentinos tuvieron que hacerlo tres veces: una el pasado miércoles en casa y dos ayer en Castellón, donde primero consiguieron una ventaja de 22 puntos y, tras desperdiciarla, reaccionaron a tiempo para volver a Alicante con el triunfo y el pase a semifinales del «play-off». Ahora espera Breogán.

0-14. Poco más hace falta escribir para catalogar el inicio del duelo en Castellón. El conjunto local se vio completamente cortocircuitado por la defensa de los hombres de Pedro Rivero y el aro se les hizo infinitamente pequeño. El TAU erró sus 16 primeros lanzamientos. Un lastre difícil de superar.

Aún así, la sensación era que la renta para el HLA se quedó corta. Los alicantinos se agarraron a la dirección de Urtasun y al crecimiento de Guillem Arcos, que se hizo enorme atrás ante Durán, la estrella del equipo rival, al que dejó en blanco. Alguna pérdida por precipitación y un par de tiros teóricamente sencillos que no entraron dejaban la renta en notable en lugar de sobresaliente.

La primera reacción de los castellonenses llegó con Edwards en pista. El americano se encargó de cortar la sequía de los suyos y lideró un parcial de 8-0 basado también en los numerosos rebotes de ataque capturados por el TAU, muchos de ellos malgastados, eso sí. Un triple de Sabaté tras dos de esas capturas bajo el aro alicantino menguó la renta a ocho puntos (13-21, min. 12).

Sin embargo, el Lucentum no bajó los brazos viendo a su oponente reaccionar y a la grada arder. Allen rompió esa mala racha con un triple y un 2+1 de Galán, el héroe del segundo partido, más una posterior técnica al entrenador castellonense devolvió la ventaja a los 14 puntos del primer cuarto. El intento de remontada local había quedado sofocado.

Entonces, el TAU volvió a cortocircuitar. Esta vez, de manera absoluta y, en apariencia, definitiva. El punto álgido fue la expulsión de Durán, que se borró del partido más importante de su equipo con una actitud barriobajera en una tangana tras una falta de Allen a Alvarado. Los árbitros no dudaron y enviaron a la ducha al base local (16-34, min. 16).

Dos triples casi seguidos de Pitts y Edu Martínez pusieron la máxima de 22 a favor de los lucentinos (18-40, min. 18) antes de encaminar los vestuarios para el descanso, momento que aprovechó el TAU para reducir la diferencia por debajo de la veintena de puntos. Con medio partido por delante, el HLA tocaba con la yema de los dedos las semifinales.

De +22 a empate

Rivero y sus jugadores lo debían tener claro: con una diferencia tan destacada, el objetivo era no irse del duelo en ningún momento para dar alas al rival. El dominicano Juanjo García asumió el liderazgo de los suyos en ausencia de Durán y, entre el último minuto de la primera parte y el inicio del tercer cuarto, los castellonenses lograron otro parcial destacado de 11-0. Urtasun entendió que era su momento y apagó el incendio con un triple, una asistencia en contragolpe y una «bomba» a lo Navarro (29-47, min. 24).

Castellón apretaba y Alicante aguantaba. Así se mantuvo la tónica del duelo, con un intercambio de canastas que favorecía a los visitantes. Un triple afortunado de Adala Moto obligó a Rivero a pedir tiempo muerto para recomponer la idea marcada en el descanso. Poco caso hicieron sus hombres, que vieron como el TAU bajaba de la renta psicológica de los diez puntos (50-59, min. 30).

En el peor momento, al Lucentum se le fundió la luz. Un parcial de 23-4 igualó la contienda con Stainbrook y Alvarado haciendo daño a la defensa alicantina, el primero por dentro y el segundo por fuera (59-59, min. 34). Tras una sucesión de empates (64-64 y 66-66), los visitantes volvieron a tomar aire con una acción valiente del héroe Galán, que penetró hacia el aro rival tras recibir el balón casi en el centro de la pista, cuando lo normal era el temblor de piernas, esconderse y buscar al base para ordenarse. 

En un final trepidante, HLA encontró el interruptor de la luz con un triple de Allen, ya en el último minuto, y otro de Gjuroski que cerró el choque a 35 segundos de la conclusión (66-76, min. 39). El Lucentum creyó en todo momento y tuvo el justo premio a su trabajo. Ganó las veces que fue necesaria para llevarse una eliminatoria en la que tenía el factor cancha en contra, empezó por detrás y tuvo la ausencia de Llompart.

Un rival duro

Con el billete para semifinales ya en el bolsillo, el siguiente rival del HLA Alicante será el Río Breogán, que ayer también sufrió para obtener el pase ante Palma (80-68). 

«Será complicado. Son los favoritos, pero somos un equipo que se les da mal», valoró Rivero al concluir el choque. «Quiero agradecer a mis jugadores cómo han creído, incluso cuando las cosas no iban bien», agregó. La fe del Lucentum tiene destino: la ACB.

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