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El primer paso de «baby» Ayuso

Tres etapas, la general y multitud de récords en el Giro Ciclístico colocan al de Xàbia como gran promesa del deporte del pedal

Juan Ayuso celebra su victoria al concluir el Giro sub-23, ayer, en Castelfranco Veneto. | GIRO D’ITALIA

Ha nacido una estrella. La irrupción de Juan Ayuso, con apenas 18 años, en la escena del ciclismo internacional en los últimos días gracias a su exhibición en el Giro de Italia sub-23 no ha hecho más que confirmar lo que ya era un temor en los corrillos de ciclistas, directores deportivos y periodistas: Ayuso va para «crac». Y de los importantes.

El ciclista, nacido en Barcelona, pero residente desde los 8 años en Xàbia, ha protagonizado un Giro sin calificativos: triunfo en la general, tres victorias de etapa, ocho días (de diez posibles) como líder de la carrera y, por si fuera poco, las clasificaciones de los puntos, montaña, jóvenes y combinada. Una tremenda voracidad competitiva que no ha dejado ni las migajas a sus competidores.

La proeza adquiere una mayor importancia teniendo en cuenta que Ayuso aún no ha cumplido los 19, por lo que en este «Baby» Giro ha competido con rivales que le sacaban cinco años, ya que el margen de edad de esta edición se ha ampliado hasta los 24, para poder incluir a los ciclistas que no pudieron disputarlo el curso pasado, en el que la cita se anuló debido a la pandemia.

Ayuso se convierte también en el primer ciclista español en ganar este Giro. Hasta la fecha solo uno había subido al podio (Joseba Albizu, segundo en 2002) y nombres como Pedro Delgado o Pello Bilbao no brillaron en su momento como el alicantino.

Además, Ayuso batió el récord de precocidad como campeón (por más de un año), igualó el de triunfos parciales en una carrera (las tres ya mencionadas, en Imola, Sestola y Lago di Campo Moro) y ha puesto su nombre al lado de ilustre campeones del Giro Ciclístico como Francesco Moser (1971), Piotr Ugrumov (1984), Francesco Casagrande (1991), Marco Pantani (1992), Gilberto Simoni (1993) o Danilo di Luca (1998). En las últimas ediciones ganaron algunos jóvenes que empiezan a hacerse un hueco en la elite del ciclismo: Pavel Sivakov, Aleksandr Vlasov o Thomas Pidcock.

La precodidad de Ayuso solo encuentra comparación en la de quien se apunta que puede ser su gran rival en el pelotón del futuro: Remco Evenepoel. Con la edad del javeano, el belga ya firmó una apabullante temporada como junior y dio el salto a profesionales, ganando la Clásica de San Sebastián, el campeonato de Europa contrarreloj y la plata mundial en esta misma disciplina. El paso de Ayuso con los grandes está previsto para agosto. El Team Emirates le fichó hasta 2025 y está cedido en el Colpack-Ballan. El final de esta temporada ya lo hará junto a Tadej Pogacar y compañía.

En el equipo le cuidan con mimo porque saben lo que tienen en sus manos. Si algo sorprende de Ayuso, aparte de su edad, es su voracidad ganadora y la tranquilidad para soportar la presión que cae sobre los hombros de alguien llamado a hacer historia. El objetivo en este Giro era ir de tapado hasta las etapas finales, pero el gen ganador del alicantino salió a las primeras de cambio. Y, a partir de ahí, varias exhibiciones para poner el foco mediático en esta carrera del calendario juvenil.

El techo de Ayuso es, en estos momentos, imposible de descifrar. Nadie con su edad había impactado tanto en España, ni siquiera Miguel Induráin, Alberto Contador o Alejandro Valverde. Su futuro compañero Pogacar, tampoco. Tiene toda la pinta de ser un escalador de época, con una cabeza privilegiada que, si no se pierde entre halagos y golpes en la espalda, dará gloria al ciclismo en el Tour, el Giro y la Vuelta.

De momento, Ayuso ya ha dado sus primeros pasos. Y de qué manera. Su tarjeta de presentación no ha podido ser mejor, haciendo historia en Italia. El futuro es suyo. Y, en Xàbia, ya tienen a un nuevo ídolo al que admirar.

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